Sin Tintín hasta 2052
Los seguidores del joven investigador tendrán que esperar décadas para leer sus nuevas aventuras debido a los derechos de autor
Actualizado:Los seguidores de Tintín, el joven periodista belga metido a investigador, tendrán que esperar, al menos, hasta 2052 para leer sus próximas aventuras, rompiendo el deseo de su creador. Hergé dejó claro que tras su muerte nadie continuara con las historietas de Tintín y su perro Milú. Pero la noticia publicada por los diarios Le Soir y Le Monde ha causado impacto entre los 'tintinófilos'. Y es que ya han pasado casi 35 años de la publicación del último álbum, 'Tintín y los pícaros', y 27 desde que apareció la obra inacabada de Hergé, 'Tintín y el arte Alfa'. Para los aficionados a las peripecias del chico del tupé, lo único posible durante todo este tiempo ha sido leer y releer los viejos álbumes. Solo Steven Spielberg se atrevió ya en este siglo a rodar 'Las aventuras de Tintín: el secreto del unicornio', con un guión sobre el cómic del mismo nombre publicado en la década de los 40, (1959 en España).
¿Por qué 2052? El meollo está, lógicamente, en el dinero. Conocedoras del interés del público, la editorial Casterman y la sociedad Moulinsart, encargadas de los derechos de Hergé, deberán esperar a que pasen 70 años desde la muerte del autor para poder hacerse con los derechos y recuperar la saga. Es decir, 2052. Hasta entonces, según la viuda de Hergé, «tenemos 40 años para pensar» en cómo se retomarán las aventuras de Tintín y su amigos el capitán Haddock, el profesor Tornasol, Bianca Castafiore, y los gemelos Hernández y Fernández. La editorial se plantea hacerlo tanto en cómic, como en dibujos animados, en novela o bien con una nueva trama que podría protagonizar Milú, el mismo Haddock o los gemelos. El tiempo lo dirá.
¿Qué habría pasado si Ian Fleming, Arthur Connan Doyle o, incluso, René Goscinny hubiesen vetado la continuación de la obra que en su día empezaron? Pues que una vez desaparecidos no habría habido más aventuras de sagaz Sherlock Holmes, del infatigable James Bond o de los dos galos más famosos del universo -con permiso de Napoleón- Astérix y Obélix.
Gracias a las musas y a la iniciativa de las editoriales no fue así, aunque las aventuras de estos héroes sufrieron algunas pincelas que las diferenciaron de las originales. No se perdió la esencia, sino que los nuevos escritores o guionistas pusieron su toque personal. Holmes luchó contra Fumanchú; 007, que no envejeció tras la Guerra Fría, fue un poco más violento y despiadado; y los dos héroes galos continúan haciendo las delicias de los lectores con la misma intensidad que en 1961, pese a cambiar de guionista y ahora también de dibujante.