Federico Moccia propone un romance con sabor español
El autor de la novela juvenil romántica por excelencia presenta ‘Ese instante de felicidad’, cuya continuación transcurrirá en España
MADRIDActualizado:Federico Moccia es uno de los fenómenos editoriales más sorprendentes de los últimos años. Aunque tardó una década en atraer el interés de la industria hacia su debut literario, hoy día los ejemplares de sus obras se evaporan de los estantes de las librerías en cuestión de horas. Sus relatos han cautivado a millones de lectores. Conoce a la perfección el lenguaje de su público, en su mayoría menor de veinte años y del género femenino, y lo modula para lograr una rápida identificación con sus personajes.
El autor italiano de moda se encuentra estos días en España para presentar su nuevo trabajo, ‘Ese instante de felicidad’, editado por Planeta, con el que recompensa a sus incondicionales incorporando por primera vez un personaje español en la trama. No es la única sorpresa. Moccia anticipa que habrá una continuación, que discurriá en algún punto de nuestra geografía. El propio autor decidirá entre tres pueblos elegidos por sus lectores tras visitar cada uno de ellos.
‘Ese instante de felicidad’ parte de la amargura en el mundo de Nicco, que se derrumba al morir su padre y sufrir una dolorosa ruptura sentimental en cuestión de días. El bloqueo emocional, acentuado por una situación familiar conflictiva, se diluye cuando conoce a una joven turista española. Una vez más, el amor es la respuesta de Moccia a los sinsabores de la vida. El escritor italiano se mueve como pez en el agua en el romance de tintes juveniles. “Cuando las cosas empiezan a ir mal, es bueno encontrar una razón para seguir viviendo”, apostilla, restando importancia a la edad de sus personajes. Para Moccia la llave de "ese instante de felicidad" se encuentra en la pasión. “El amor es transversal: hacia un padre, un amigo, un equipo de fútbol... se trata en definitiva de amor por la vida”, recalca.
Sabe que una de las críticas más recurrentes hacia su obra es el elevado tren de vida que proyectan sus historias. ‘Ese instante de felicidad’ rebaja el listón. Nicco alterna dos trabajos y sus estudios de comunicación para sostener a su familia. Moccia sabe que los jóvenes de hoy no lo tienen fácil y les ofrece un consejo. "Si encuentras algo que te entusiasma y dedicas tus energías a ello, vas a llegar lejos”, asevera. Le gusta recordar que pasó años repartiendo fotocopias de ‘Tres metros sobre el cielo’ hasta captar el interés de la industria y de los propios lectores. A día de hoy, continúa siendo su obra más vendida, emblema del ‘fenómeno Moccia’ en media Europa y objeto de dos adaptaciones cinematográficas, la última de ellas, con firma española, continúa entre las más vistas de la historia tres años después de su estreno.
¿Hondarribia, Vic o Vejer de la Frontera?
Federico Moccia escribió ‘Tres metros sobre el cielo’ cuando tenía 29 años. Desde entonces la sociedad ha experimentado un giro radical. Las relaciones personales se han transformado hasta límites insospechados aunque, para el novelista romano, la esencia se mantiene inalterable: “es bello que el mundo, al cambiar, se tope con los sentimientos de la forma más sencilla. El amor regresa a los orígenes”.
Las seis obras editadas en España han logrado, en apenas cinco años, forjar un enjambre de seguidores que aguardan con avidez cada nuevo lanzamiento. Moccia ha querido gratificar este entusiasmo embarcando a su protagonista en un viaje hacia España en busca del amor. Han sido los propios lectores quienes han propuesto el lugar. El italiano visitará esta semana tres localidades españolas: Hondarribia (País Vasco), Vic (Barcelona) y Vejer de la Frontera (Cádiz) para empaparse de su cultura y tomar la decisión final. “Busco algo diferente, quiero vivir esa España que los italianos no conocen, lejos de la imagen turística que se tiene de ella”, asegura.
Resulta llamativo que con una trayectoria de menos de una decena de novelas, buena parte de ellas hayan sido adaptadas a la gran pantalla. El detalle sorprende menos si recordamos que su padre, Giuseppe, fallecido en 2006, dirigió casi un centenar de largos, en su mayoría comedias. Y que el propio Federico dio sus primeros pasos -con poca fortuna, todo hay que decirlo- con modestas producciones sin apenas repercusión.
El público español se sumergió de lleno en el ‘fenómeno Moccia’ gracias a la adaptación que en 2010 supo reunir los ingredientes perfectos para triunfar entre su veta de seguidores: el arquitecto de la comedia pubescente ‘Fuga de cerebros’, que rompió las taquillas un año antes, y un reparto encabezado por Mario Casas, actual inquilino de las carpetas españolas. El cóctel dio sus frutos. Finalizó el año como la producción española más vista con una recaudación superior a los ocho millones de euros. El italiano sabe retribuir este éxito. No le duelen prendas al reconocer que prefiere las adaptaciones españolas. "El director -Fernando González Molina- captó perfectamente la atmósfera del libro”.
Además, Federico Moccia acaba de estrenar en las salas italianas ‘Universitari: molto più che amici’ ('Universitarios: mucho más que amigos'), un nuevo enredo amoroso enmarcado en un piso de estudiantes. Aunque su acogida ha sido más discreta de lo acostumbrado, nada hace presagiar que la ‘mocciamanía’ se acerque a su final.