PACIENCIA GADITANA
Actualizado: GuardarDice el dicho o el refrán que la paciencia es la madre de la ciencia, algo que podría ser aplicable a otras ramas o aspectos de la vida. Lo cierto es que un buen puchero se cocina a fuego lento, al igual que un pollo en el horno. Las prisas a la hora de cocinar no son buenas consejeras. Tampoco lo son en el mundo futbolístico, aunque en España no exista ningún tipo de paciencia. No la hay en los directivos, acostumbrados a prescindir del entrenador a las primeras de cambio sin darle si quiera el tiempo de la reacción. Tampoco son pacientes los periodistas, ávidos de dar palos a diestro y siniestro y criticar casi a cuchillo en pro de la búsqueda de noticias. Y por supuesto, los aficionados españoles no son famosos por aguardar tranquilamente que sus equipos espabilen tras una mala racha de resultados.
Y precisamente, a este último grupo me quiero referir, más aún cuando en Cádiz eso de la paciencia suena a cuplé de chirigota mala. Será por razón o no, a saber, años y años nefastos, poco tiempo para saborear la Primera División y muchos sinsabores, el caso es que el cadista ni entiende ni quiere ser paciente. Y repito, tendrán más razón que un santo, pero creo que hay veces que dicha paciencia es más que necesaria. Como ahora. Cierto es que en tres partidos se ha conseguido un punto, que el equipo está generando ciertas dudas y que el propio Raúl Agné no dirige con buen rumbo el barco en estos momentos. Sin embargo, que a nadie se le escape que estamos en octubre. Si hay que firmar una mala racha que sea ahora, que la gente no olvide que esta plantilla tiene mimbres de sobra para estar arriba y que el equipo está aún en construcción.
No seré yo el que pida paciencia a nadie, pues no soy nadie para hacerlo. Pero sí puedo en estas líneas trasladar mi confianza en este equipo, que así sea. Prefiero confiar y ser optimista que criticar y tirar por tierra todo a las primeras de cambio.