Rajoy vende a Iberoamérica y sus empresas la «recuperación» de la economía española

Hace un año, en Cádiz, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, explicaba con la cabeza baja las vicisitudes de la economía a sus homólogos de América Latina, quienes por entonces gozaban de una de las tasas de crecimiento más altas del planeta. Ayer, en Panamá, el presidente sacó pecho al explicar durante su intervención en el IX Encuentro Empresarial Iberoamericano el efecto positivo que comienzan a dar las medidas económicas que ha puesto en marcha desde que hace dos años se hizo cargo del Ejecutivo. «Los esfuerzos de los españoles ya están dando sus resultados», dijo, para añadir que «Iberoamérica es uno de los ejes de esta recuperación».

Las palabras del jefe del Ejecutivo sobre la situación económica de España ante un foro que contó con la presencia de los responsables de las empresas más importantes a ambos lados del Atlántico no es un asunto baladí. América Latina sigue siendo el principal destino de la inversión española en el exterior, que por volumen es la segunda mayor que registra este área tan solo por detrás de Estados Unidos. El Gobierno, tal y como ha venido repitiendo a lo largo del último año, quiere ahora que este flujo circule a ambos lados del océano Atlántico con el fin de favorecer una mayor presencia de las empresas sudamericanas en España, un objetivo en el que Rajoy volvió a incidir ayer.

Dónde estar

El presidente del Gobierno aseguró que «España es europea y mediterránea, pero también sabe los lugares donde debe estar en el mundo; y uno de esos lugares es Iberoamérica». Lo dijo en los prolegómenos de un foro en el que habrá destacadas ausencias, las de los presidentes de Bolivia y Guatemala; de la argentina Cristina Fernández de Kirchner; de la brasileña Dilma Rousseff; del venezolano Nicolás Maduro; del chileno Sebastián Piñera; del ecuatoriano Rafael Correa; del uruguayo José Mujica; y del cubano Raúl Castro.

Rajoy, que en varias ocasiones se refirió al auge de las exportaciones españolas a modo de ejemplo de la mejora económica, destacó el crecimiento que estas han experimentado en dirección a los países sudamericanos en el sector agroalimentario e hizo una firme defensa de la integración comercial y económica de América Latina, en la que puso como ejemplo a seguir la recién creada Alianza del Pacífico, formada por Chile, Perú, Colombia y México y en de la que España forma parte como miembro observador.

Ante este tipo de procesos que se están dando en distintos lugares de América Latina ofreció la experiencia, «la buena y la mala», que España ha adquirido en el proceso de integración de la Unión Europea. Como ejemplo del apoyo de España a sus socios sudamericanos, el jefe del Ejecutivo se refirió a los esfuerzos que su Gobierno está llevando en el seno de la UE de cara a eliminar los visados de entrada que se exigen a los ciudadanos colombianos y peruanos. Un visado, por otra parte, cuya aprobación fue impulsada por los gobiernos de José María Aznar. «Estamos comprometidos con América Latina y lo seguiremos estando aún más en el futuro», concluyó el presidente.

Inauguración de la Cumbre

Rajoy mantuvo ayer una intensa agenda en Panamá. Inició una jornada en el Foro de la Comunicación donde llamó a ejercer con responsabilidad «los valores sagrados de la libertad de expresión e información». Tras el posterior encuentro con los empresarios y una visita al Parlamento Latinoamericano, ejerció, en ausencia de don Juan Carlos, como jefe de la delegación española en la inauguración de la XXIII Cumbre Iberoamericana y asistió a la cena de gala ofrecida por el anfitrión, Ricardo Martinelli.

Para hoy esta prevista la sesión plenaria en la que los mandatarios deberán dar luz verde a la renovación del formato de las cumbres. Entre las novedades se encuentran la celebración de las reuniones de forma bilateral o un nuevo sistema de financiación, en el que España dejará de sufragar el 70% de estas citas y pasará a hacerse cargo del 60%.