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Erich Priebke. :: REUTERS
MUNDO

Priebke se despide en su vídeo póstumo sin arrepentirse

El exoficial nazi culpa a la resistencia italiana de la matanza de las Fosas Ardeatinas porque sabían que habría una represalia

ÍÑIGO DOMÍNGUEZ ENVIADO ESPECIAL
ROMA.Actualizado:

Sigue el macabro culebrón en torno al cadáver de Erich Priebke, el exoficial nazi fallecido en Roma hace una semana con 100 años pero que aún no ha encontrado un lugar para ser enterrado. Nadie en Italia da el permiso para una tumba y el ataúd sigue en el hangar de un aeropuerto militar cercano a la capital italiana, aunque ayer hubo cierto misterio todo el día por si había sido trasladado a un lugar secreto. Las autoridades negocian con Alemania para buscar una solución y que termine sepultado allí, pero en Berlín sostienen que no es asunto suyo, sino de la familia del difunto y que si ellos deciden repatriar el cuerpo no hay problema. Aquí está la clave, porque el entorno del fallecido, más que nada su abogado, sigue estirando el embrollo y explotando mediáticamente la situación. Ayer, con la difusión de un vídeo póstumo de una entrevista a Priebke en el que no muestra signos de arrepentimiento.

Es más, el exoficial de las SS, en un sofisma delirante, echa la culpa de la masacre de las Fosas Ardeatinas en 1944, la matanza de 335 civiles en Roma en represalia a un atentado, a la resistencia comunista. «Hicieron un atentado sabiendo que después llegaría la represalia, había carteles pegados por todas partes que lo advertían. Pensaban que nuestra represalia podía causar una revolución popular, pero no fue así», argumenta Priebke. Él fue uno de los responsables de la atrocidad y, tras ser descubierto en Argentina en 1995, fue condenado en Italia a cadena perpetua, aunque pasó directamente al arresto domiciliario por razones de edad.

La entrevista ha sido realizada por el propio abogado de Priebke, Paolo Giachini, personaje central en esta historia porque ha manejado la polémica desde el primer día. De 63 años, militante de extrema derecha, tiene lazos con exponentes de Ordine Nuovo, grupo neofascista envuelto en el terrorismo de los 'años de plomo' de los setenta. Desde hace 15 años ha gestionado las relaciones públicas de Priebke y ha defendido a otro nazi, «siempre de la parte de los soldados derrotados». Otras aficiones declaradas: las putas «pero de alto nivel, mi único lujo», el esoterismo y los chamanes toltecas.

El vídeo divulgado ayer es de 4 minutos, pero no se sabe si habrá más entregas. Giachini pregunta a Priebke si le habría sido posible negarse a la matanza: «Naturalmente no era posible. Nos dijeron que era una orden de Hitler y el que se negara podía ponerse con los demás para ser fusilado. (...) Para todos nosotros era terrible». Giachini añadió ayer que Priebke se ha reunido estos años con familiares de cuatro víctimas y que le perdonaron, aunque uno de ellos lo ha desmentido. El vídeo se cierra con la impresión de un texto, la declaración que hizo Priebke en 1996 ante el juez en la que lamentaba lo ocurrido. Pero él antes de morirse no dice nada más.

El otro frente de Giachini en su semana de gloria fue amenazar ayer con una denuncia por «secuestro» del cadáver, pues sostiene que la Policía se llevó el féretro el martes sin permiso tras el intento de funeral que acabó en batalla campal entre vecinos y neonazis. A todo esto asegura que las exequias no llegaron a realizarse y por eso aún pretende oficiarlas.