Merkel y el SPD pasan a mayores
La CDU y los socialdemócratas ponen los cimientos de la 'gran coalición' que gobernará Alemania
BERLÍN.Actualizado:Al final fue todo más rápido de lo esperado. Tan sólo dos horas y media después de iniciarse la tercera ronda de contactos exploratorios, las formaciones de la Unión -cristianodemócratas y socialcristianos bávaros (CDU/CSU)- de la canciller federal, Angela Merkel, y el Partido Socialdemócrata Alemán (SPD) anunciaron que pasaban a mayores e iniciarían negociaciones concretas para la formación de una 'gran coalición' de gobierno. La segunda de la era Merkel, que afronta ya su tercera legislatura consecutiva.
Los 21 participantes de la reunión en la sede de la Asamblea Parlamentaria de Berlín habían logrado salvar el escollo más importante para avanzar hacia una nueva alianza al ponerse de acuerdo para estudiar y sacar adelante una fórmula que satisfaga la exigencia socialdemócrata de introducir en Alemania un salario interprofesional mínimo para todo el territorio nacional de 8,50 euros la hora.
«El inicio de negociaciones para una coalición tiene sentido. Creemos contar con una base común para alcanzar un final exitoso», dijo el presidente del SPD, Sigmar Gabriel, quien reconoció, sin embargo, que no hay aún resultados concretos a la hora de resolver las principales diferencias y que estas se salvarán en las negociaciones concretas. Tras expresar su satisfacción, el líder de los socialcristianos y presidente de Baviera, Horst Seehofer, comentó que las negociaciones entre las dos formaciones con mayor representación parlamentaria podrían comenzar el miércoles próximo, después de que ambas partes consulten con sus respectivos gremios en los partidos para recibir la oportuna autorización.
Por su parte, el secretario general de la CDU, Hermann Gröhe, subrayó que los partidos implicados podrán «alcanzar suficientes puntos en común» para responder juntos a los retos venideros y gobernar el país durante los próximos cuatro años. Gröhe habló de construir «corredores de acuerdos» al explicar el siguiente paso para llegar a un consenso final que posibilite la deseada gran coalición.
La cita comenzó con un encuentro reservado entre Merkel, Seehofer y Gabriel que se prolongó durante una hora para seguidamente reunirse con los restantes miembros de las tres delegaciones. Ya antes del encuentro el líder bávaro había señalado que la introducción del salario mínimo era negociable si los socialdemócratas renunciaban a su vez a otras exigencias. «Lo más importante es que no haya subidas de impuestos ni nuevas deudas», declaró Seehofer, que recibió inmediatamente el apoyo del primer ministro del estado federado de Hesse, el cristianodemócrata Volker Bouffier, miembro también del grupo exploratorio, quien habló de concesiones por ambas partes. La CDU cede en el salario mínimo y el SPD renuncia a subir impuestos. «Digámoslo así: la idea tiene mucho encanto», comentó Bouffier.
Alivio general, pero no puede decirse que los conservadores y los socialdemócratas estén entusiasmados con su nuevo «matrimonio». Todos han dejado claro que ha primado la responsabilidad ante el Estado y el pueblo. La negativa de Los Verdes a negociar una coalición de gobierno con la Unión después de dos sesiones de consultas no dejaba otra alternativa. Y nadie estaba interesado en volver a consultar a las urnas o en la formación de un gobierno de minoría conservador, aunque solo a falta de cinco escaños para alcanzarla. La propia Merkel había dejado claro desde un principio que quería un Gabinete «fuerte y estable». Sigmar Gabriel explicó que la decisión de dar luz verde al comienzo de las negociaciones fue adoptada de manera unánime por los siete miembros de la delegación socialdemócrata, también por la primera ministra de Renania del Norte-Westfalia, Hannelore Kraft, a quien los observadores políticos consideran la voz de las bases y con un peso muy importante en el grupo exploratorio. Entre tanto, en Berlín se especula ya con el reparto de las 14 carteras del consejo de ministros entre los tres partidos. Varios medios coinciden en afirmar que la CDU de Merkel se quedará con cinco, mientras la CSU tendrá tres y el SPD seis. El partido de Merkel sumaría una cartera más con el jefe de la Cancillería, que llevaría el título de ministro de Asuntos Especiales.
Reparto de carteras
Desde la CDU se ha recordado además que tradicionalmente el canciller y el ministro de Finanzas son del mismo partido, lo que indica que Merkel desea tener de nuevo a su lado a Wolfgang Schäuble. También la tradición indica que el socio menor ostenta la vicecancillería y el ministerio de Exteriores, puesto en el que podría repetir el hoy líder parlamentario de SPD, Frank Walter Steinmeier, que ya fue jefe de la diplomacia alemana en la primera legislatura de Merkel entre 2005 y 2009.
Los socialdemócratas podrían renunciar a la cotizada cartera de Finanzas si, a cambio, la de Economía se revaloriza y transforma en un ministerio de Infraestructuras. Su presidente, Sigmar Gabriel, asumiría esa cartera, mientras la secretaria general del SPD, Andrea Nahles, recibiría la de Trabajo y Asuntos Sociales. En todo caso, conservadores y socialdemócratas no han hecho sino dar el primer paso. Experiencias anteriores indican que las negociaciones para una 'gran coalición' durarán semanas, cuando no meses. La secretaria general del SPD llegó a situar el plazo para un acuerdo incluso después de Navidad cuando se iniciaron los sondeos exploratorios.
Y llegado ese punto, la nueva alianza dependerá de las bases del SPD. Sigmar Gabriel comprometió su futuro como presidente de los socialdemócratas cuando anunció que sus 470.000 afiliados, muy críticos hacia una nueva alianza con los conservadores, tendrán la última palabra y decidirán por votación si aprueban el tratado para una gran coalición. Su rechazo supondría el fin de Gabriel y para Merkel empezar de nuevo de cero