Es noticia:
ABCABC de SevillaLa Voz de CádizCádiz
ESPAÑA

Duran avisa de que CiU se romperá si Mas convoca elecciones plebiscitarias

El presidente de la Generalitat anima a los catalanes a «no tener miedo» y a seguir el camino hacia la independencia

CRISTIAN REINO
BARCELONA.Actualizado:

La relación entre las cúpulas de Convergència Democrática de Catalunya y Unió Democrática, las dos formaciones que constituyen desde hace tres décadas la federación nacionalista de CiU echa chispas y pasa por el peor momento desde su fundación en 1978. Por primera vez, hay riesgo real de ruptura. Lo admiten ambas partes en privado y lo reconoció ayer en público el líder de Unió, Josep Antoni Duran Lleida. «No expreso el deseo de que se rompa, aunque es algo natural que puede llegar» si se convocan elecciones plebiscitarias, la única posibilidad que tiene en su mano Artur Mas si se prohíbe, como ocurrirá, la consulta en cualquiera de sus variantes.

El motivo del enfrentamiento no es otro que la posición en el proceso soberanista. Ambos comparten que debe celebrarse una consulta sobre el futuro político de Cataluña, pero discrepan sobre qué debe preguntarse en el referéndum. Convergència aboga por la independencia, mientras que Unió rechaza la separación. Chocan también en los tiempos. La mayoría de Convergència, la que es más soberanista, cada día muestra mayor sintonía con Esquerra y apuesta por el año que viene como plazo ineludible, frente a Unió que prefiere retrasar la cita. Quiere ganar tiempo para que Mariano Rajoy pueda poner sobre la mesa alguna oferta, que evite la ruptura, en este caso la declaración unilateral de independencia, que es el aviso o el SOS que Duran lanzó el miércoles en el Congreso.

Duran Lleida recordó ayer a Artur Mas que si se convocan elecciones plebiscitarias, como pretende el dirigente convergente si el Gobierno central no permite ninguna opción de consulta, «determinados planteamientos» podrían llegar a resultar «insostenibles». Es decir, la federación «podría romperse» porque Mas, de la mano de Esquerra, apostará por que CiU concurra a las plebiscitarias bajo la defensa únicamente de la independencia, cuando Unió rechaza la secesión y aboga por una tercera vía confederalista. «Si llega un día -avisó- en el que se convocan elecciones plebiscitarias, y se equipara votar a CiU con independencia, Unió puede encontrarse incómoda».

Campanas de divorcio, por tanto a la vista, para una pareja que se pondrá a prueba en dos meses, cuando tengan que fijar la fecha y la pregunta de la consulta. Habrá otro momento crucial en las elecciones europeas de mayo, que Convergencia pretende utilizar como ensayo de las plebiscitarias y que no tira la toalla para configurar una alianza soberanista unitaria con Esquerra. Una idea que repele a Duran.

Una lista poco científica

El portavoz de CiU en el Congreso no escondió además que se le tiene poco en cuenta en las decisiones estratégicas y dejó caer que «muy satisfecho de conocer documentos importantes (el memorial de agravios) a través de los medios de comunicación» no estaba y confesó que le hubiera gustado «que alguien me consultara». Y aunque desde Convergencia confían en que nunca abandone CiU, de momento en el debate sobre los agravios, tasados por el Gobierno de Mas en una deuda del Estado con Cataluña de más de 9.000 millones de euros, se ha colocado en la acera contraria de la Generalitat, alineado con las tesis del Ejecutivo de Rajoy de que la lista no es muy científica. «No es justo» ni «correcto», comentó en Radio Nacional, reivindicar 5.748 millones por la disposición adicional tercera del Estatut, expresó Duran. El Constitucional estableció en su día que no se puede fijar por ley una cantidad concreta de inversiones del Estado en una comunidad.

Su desmarque no sentó nada bien a Mas y su entorno, como tampoco le gustó el aviso lanzado por el líder de Unió el miércoles en el Congreso porque altera su estrategia de ir paso a paso, sin saltarse etapas. El presidente de la Generalitat evitó, no obstante, el enfrentamiento con su número dos en CiU y centró su mensaje, como lleva toda la semana, en tratar de disipar los «miedos» que, a su juicio, intentan meter a los catalanes con discursos apocalípticos sobre las consecuencias de la independencia, sobre todo los que llegan desde el mundo empresarial.

Mas insistió en animar a los catalanes a seguir el camino iniciado para que Cataluña pueda decidir su futuro. «El país dispone de muy buenas cartas en las manos y, si las sabemos jugar bien, son las cartas ganadoras. Esto está en nuestras manos, no en los discursos del miedo», remató el presidente de la Generalitat.