Método 3 acusa a Sánchez-Camacho de ordenar la grabación de La Camarga
Francisco Marco denuncia amenazas y coacciones del Ministerio del Interior y señala que el informe de la UDEF contra Mas se elaboró a a partir de la información que María Victoria Álvarez le proporcionó a la presidenta del PPC
BARCELONA Actualizado: GuardarEl director de la agencia de detectives Método 3, Francisco Marco, ha acusado esta mañana directamente a la presidenta del PPC, Alicia Sánchez-Camacho, de ordenar la grabación de la conversación que la exnovia de Jordi Pujol Ferrusola, María Victoria Álvarez, y ella misma mantuvieron en 2010 en el restaurante La Camarga de Barcelona.
Según marco, que cuenta su verdad en un libro titulado 'El Método' (La esfera de los libros), la dirigente popular sabía que estaba siendo grabada durante el almuerzo con Álvarez porque el encargo de la grabación a Método 3 partió de su entorno y lo llevó a cabo a través de un dirigente del PSC, amigo personal de Camacho, que realizó la intermediación con la agencia como un favor a la presidenta del PPC. Método 3 también se tomó la tarea como un favor a este dirigente del PSC, que todo apunta que podría ser José Zaragoza, ya que el PSC, que no estaba al tanto del encargo en La Camarga, era cliente habitual del despacho de detectives.
Marco, que ha descartado que haya una trama de espionaje político generalizado en torno a Método 3, ha señalado además que el informe apócrifo de la UDEF que un diario madrileño publicó en plena campaña electoral catalana sobre los presuntos negocios de Artur Mas y Jordi Pujol se realizó a partir de la conversación entre Sánchez-Camacho y Álvarez. En concreto, ha acusado a un miembro del PPC de encargar al expolicía y colaborador del CNI, Manuel Villarejo, que redactase el informe a partir de la cinta de La Camarga. Marco, imputado en el caso de La Camarga y que se ha presentado como una víctima de las amenazas y coacciones del Ministerio del Interior y del PPC, ha implicado al jefe de gabinete de Mariano Rajoy, Jorge Moragas, como la persona que intermedió entre Sánchez-Camacho y Álvarez para que tuvieran un encuentro.
Marco, que ha anunciado que ocho meses después regresa a la actividad profesional, ha afirmado que siente miedo, que le dijeron que le pisarían como a una cuchara y que el CNI le presionó para que protegiera a la presidenta del PPC. Camacho, que firmó un pacto de silencio con Marco, siempre ha negado que ella estuviera al tanto de la grabación.