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Duran i Lleida se dirige a Mariano Rajoy en la sesión de control de ayer al Gobierno. :: JAIME GARCÍA
ESPAÑA

Duran alerta del riesgo de que Cataluña declare la independencia por su cuenta

El líder de Unió insta a Mariano Rajoy a poner sobre la mesa un plan concertado para evitar una ruptura que tampoco él cree deseable

PAULA DE LAS HERAS
MADRID.Actualizado:

Sonó casi a S.O.S. El líder de Unió Democrática de Cataluña, Josep Antoni Duran i Lleida, llevó ayer al Parlamento una inquietud que le corroe desde hace meses. Cree que si el Ejecutivo se mantiene en su estrategia inmovilista y no ofrece una alternativa a las tentaciones soberanistas, Cataluña se irá sin remedio. «No es una amenaza, pero le avanzo que si usted no es capaz de encabezar una respuesta del Estado que agrupe al Gobierno, a las fuerzas de esta cámara y al resto de administraciones -dijo a Mariano Rajoy- se va a encontrar con una declaración unilateral de independencia».

Duran, que mantiene una seria discrepancia con Artur Mas a cuenta de este asunto, dejó claro al jefe del Ejecutivo que es el primero que está de acuerdo en que ese escenario, el de la rutpura, no traería nada bueno para Cataluña. «Pero tampoco para España -avisó- porque lanza un mensaje de inestabilidad». De ahí su insistencia. «No me responda que su agenda política para Cataluña es la superación de la crisis económica, en eso estamos todos y los presupuestos que ustedes presentan no avanza en esa línea -instó-, ni me responda tampoco que es la Constitución».

Su petición sirvió de poco porque precisamente en esos argumentos se mantiene el Gobierno. En eso y en preparar una campaña de cifras para contrarrestar el discurso del «España nos roba». Pero nada más. De hecho, Rajoy se limitó a responder a la demanda con otra demanda. Como si de él no cupiera esperar nada más. «Estoy de acuerdo, todos debemos hacer política -subrayó-, usted también y tiene una magnífica posibilidad para defender posiciones de sensatez y sentido común». Dicho esto, insistió en que la respuesta está en la Carta Magna, «que no es de nadie». «Yo seguiré trabajando para mantener los lazos económicos, políticos y afectivos», argumentó.

Contundencia

La de Duran no fue la única voz de alarma. Desde el otro extremo del arco parlamentario, la portavoz de UPyD, Rosa Díez, también reclamó al Ejecutivo que se tome más en serio la amenaza independentista, aunque en su caso no exigiera una propuesta conciliadora sino una respuesta contundente, muy en la línea de lo planteado por José María Aznar este lunes, cuando dijo aquello de que los silencios pueden hacer tanto daño a la verdad como las mentiras de los nacionalistas.

No fue Rajoy quien le dio la réplica sino el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro. Pero el mensaje fue casi idéntico y se resume en que, a juicio del Gobierno, no hay motivo para tanta preocupación. «Quien pretenda cambiar este Estado de las autonomías puede hacerlo en el marco de la ley, excepto que tiene que tener la capacidad política para llevarlo adelante. Por lo tanto, el debate político que se está produciendo -llegó a esgrimir- tiene el alcance que tiene».

Montoro maneja la tesis -errónea a juicio de la mayoría de las fuerzas políticas catalanas que viven día a día la intensidad de la ola soberanista- de que el origen de esta crisis está en la economía y, por lo tanto, las aguas volverán a su cauce una vez se consolide la recuperación. «Vamos a poder demostrar, como llevamos décadas demostrando, que la convivencia que establece la Constitución es la que ha permitido la mayor etapa de prosperidad, libertad e igualdad de oportunidades de toda la historia», dijo.

Incluso defendió que lo mejor es mantener la tranquilidad. «Si llegáramos a calificar este debate político como una absoluta prioridad, estaríamos haciendo un flaco servicio a la unidad de España -adujo-; entiendan cómo nos están viendo desde fuera, como un país con gran potencialidad, que vuelve a tener capacidad de atraer inversiones, que merece la pena seguir financiando, que es leal con Europa.».

Sus palabras desataron la indignación de Díez, que, con el ejemplo de la respuesta que se dio en su día al 'plan Ibarretxe', llegó a acusar al Gobierno de «cobardía», de «frívolo» y de «irresponsable». Montoro recordó que ya se ha recurrido al Constitucional la declaración del Parlamento autonómico que definía a Cataluña como «sujeto político y jurídico soberano». «No venga aquí de salvadora», zanjó.