Chris Horner no encuentra equipo
El ganador de la Vuelta a España está sorprendido de su situación. El todavía corredor de RadioShack explica los sacrificios que ha tenido que hacer para ser ciclista profesional
SAN SEBASTIÁNActualizado:El ciclismo es uno de esos deportes en los que la palabra lógica no siempre tiene el significado que se le supone. Basta con ver lo que le está sucediendo al ganador de la Vuelta a España, Chris Horner, que cumplirá 42 años el 23 de octubre y que no encuentra equipo para la próxima temporada, según informa diariovasco.com.
Horner se encuentra en Oregón, donde se recupera de las tres costillas que se fracturó en el Campeonato del Mundo de Florencia. Un mes después de llegar a Madrid como ganador de la Vuelta a España sigue sin equipo para 2014. Su actual formación, RadioShack, que pasará a denominarse Trek, no le ha hecho ninguna oferta para seguir corriendo y a día de hoy sólo tiene contactos con un equipo del WorldTour para poder seguir.
El mayor triunfo de su carrera, lleva dieciocho años de profesional, lo ha logrado en la Vuelta y no le está sirviendo de nada. Ningún equipo ha mostrado un gran interés por contratarle.
Horner se ha desquitado vía Twitter de lo que ha sido su vida ciclista, de los sacrificios que le ha costado llegar a lo más alto. «Para poder correr he dormido en los bancos de los parques, en coches. Tuve que hacer autoestop para atravesar el país y correr durante muchos meses sin dinero», explicó.
Sus inicios tampoco fueron nada fáciles. «A los 15 años me levantaba a las 4.30 de la mañana para poder entrenar antes de ir a la escuela con la esperanza de ganar algún día una carrera de tres semanas. Muchas tardes salía a entrenar casi cuando era de noche después de la escuela y algunas temporadas tuve que sacar mi propia licencia para poder correr porque ningún equipo me daba la oportunidad de hacerlo y tenía que participar como independiente», señaló. «Corrí muchos años sin salario, esperando poder ganar carreras para pagar mi alojamiento. Gané todas las carreras que se celebraban en los Estados Unidos y renuncié a buenos contratos para poder correr en Europa con el salario mínimo», añadió.
Continúa su catarsis interior, que no tiene desperdicio: «Viví en Europa en un pequeño apartamento. No tenía coche, ni teléfono, ni ordenador, ni televisión. Sólo disponía de un walkman como compañía. Seguí ganando carreras pero me decían que era muy viejo para volver a correr en Europa. Luché por volver a conseguirlo. Vendí todo lo que tenía para seguir corriendo, seguí creyendo en mí y conseguí lo que pensaba cuando tenía quince años, ganar una gran carrera». «Me levantaba a las 6 de la mañana para poder dejar a mis tres hijos en la escuela y poder entrenar horas y horas. Al final, valió la pena que creyese en mí», aseguró.
Por si todo esto fuera poco, el día después de ganar la Vuelta a España le fueron a hacer un control sorpresa al hotel equivocado, la Agencia Española Antidopaje por mandato de la USADA (la agencia americana), y filtraron que no estaba localizable cuando la equivocación la provocó la agencia americana. Luego publicó su pasaporte biológico de los últimos años. Una vida de película para un luchador.