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Irán abre la puerta al acuerdo nuclear
Los enviados de la república islámica plantean «por primera vez discusiones muy detalladas» para resolver la crisis atómica
Actualizado: GuardarIrán quiere partir de cero, dejar atrás los continuos desacuerdos con el 5+1, grupo formado por los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU (Estados Unidos, Francia, Reino Unido, Rusia y China) junto a Alemania, y buscar una salida cuanto antes al contencioso nuclear para aligerar las sanciones que asfixian su economía. Ginebra es la primera parada de la nueva era presidida por Hasán Rohani y la primera jornada negociadora escenificó el cambio de una república islámica que, liderada por el ministro de Exteriores, Javad Zarif, abrió la sesión con un plan titulado 'Cerrando una crisis innecesaria, abriendo nuevos horizontes'. El 5+1 insistió antes de la reunión que la pelota estaba en el tejado iraní y la república islámica respondió con una serie de medidas de las que sólo trascendió que «se reparten en tres fases», según fuentes diplomáticas próximas a este encuentro que hoy vive su segunda y última jornada citadas por la agencia Fars.
Por primera vez la presentación fue en inglés, por primera vez varios reporteros iraníes de medios no oficiales viajaron desde Teherán, por primera vez la delegación estadounidense, encabezada por la secretaria de Estado adjunta para asuntos políticos, Wendy Sherman, está acompañada de responsables de las sanciones económicas contra Irán y, por primera vez, Irán planteó «discusiones técnicas muy detalladas», según Michael Mann, portavoz de la jefa de la diplomacia europea, Catherine Ashton. Más señales del cambio en la arena internacional en este momento de deshielo entre Teherán y Washington que favorece la búsqueda de una solución.
La propuesta iraní recibió «una respuesta positiva» de la otra parte, según el viceministro iraní de Exteriores, Abas Araqchi, y aunque «es demasiado pronto para juzgar», el número dos de Zarif destacó que las negociaciones «han ido bien. Hemos tenido un intercambio de ideas muy constructivo, muy bueno, muy serio. Puedo decir muy formal». Aunque quiso dejar muy claro que para que el proceso avance «es imprescindible marcar unos plazos porque la república islámica no quiere moverse en una atmósfera de ambigüedad».
«Desde la elección de Rohani hay señales de que Teherán quiere comprometerse en negociaciones, ser más transparente. La prueba sería que hagan verdaderos progresos en estas negociaciones», declaró ante los medios Mann. Hasta el momento las exigencias principales de la comunidad internacional a Irán han sido dejar de enriquecer uranio al 20% (porcentaje necesario para convertirlo en combustible para su reactor médico de Teherán, pero que también se acerca al nivel necesario para la fabricación de armas, lo que genera dudas en Occidente), sacar del país sus reservas de uranio enriquecido ya a ese nivel (unos 186 kilos, según la Agencia Internacional de la Energía Atómica) y cerrar la planta subterránea de Fordo, próxima a la ciudad santa de Qom, tres puntos a los que no han accedido los iraníes que insisten en el carácter pacífico de su programa atómico «con fines exclusivamente civiles», repiten una y otra vez.
Israel se molesta
Pese al clima de optimismo que rodea al encuentro que se desarrolla en el Palacio de las Naciones de Ginebra, sede europea de la ONU, el acuerdo no será sencillo y el objetivo es que esta cumbre sirva para marcar una hoja de ruta para las negociaciones de los próximos meses. El viceministro iraní de Exteriores, Abas Araqchi, marcó el derecho de Irán a seguir enriqueciendo uranio como línea roja. «No permitiremos en ningún caso que el enriquecimiento de uranio sea suspendido, limitado o detenido.
En cambio, podemos discutir el nivel, la forma y la cantidad de enriquecimiento», afirmó Araghchi, antes de subrayar que «tampoco permitiremos que un solo gramo de uranio enriquecido salga del país», otra de las opciones que se presentó a la república islámica en anteriores negociaciones.
Israel sigue muy de cerca la cita de Ginebra y el gabinete de seguridad del Gobierno emitió un comunicado para pedir a las grandes potencias evitar «un acuerdo parcial con Irán». Para el Estado judío la república islámica «cree que puede salirse con la suya con concesiones artificiales que no impedirían de forma significativa su avance hacia el desarrollo de armas atómicas, concesiones sobre las cuales se podría dar marcha atrás tras unas semanas».