Agreden en su casa a un diplomático holandés en Moscú

Dos hombres agredieron anoche en su domicilio a un diplomático de la Embajada de Holanda en Moscú, han informado fuentes policiales de la capital rusa. Según el portal de noticias ruso LifeNews, la víctima de la agresión fue el 'número dos' de la misión diplomática, Onno Elderenbosch, de 60 años.

El Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia ha lamentado lo ocurrido y ha asegurado que la policía rusa ha adoptado todas las medidas para hallar y detener a los culpables. "Moscú expresa su pesar por el lamentable incidente que ocurrió la tarde del 15 de octubre, cuando en su propio apartamento fue agredido el ministro consejero de la Embajada de Holanda en Moscú Onno Elderenbosch", se afirma en una declaración publicada en la página web de la Cancillería rusa. El texto, que lleva la firma del portavoz de Exteriores, Alexandr Lukashévich, añade que la fuerzas policiales rusas "han adoptado todas las medidas necesarias para hallar y detener a los autores de este delito". "La parte rusa está dispuesta a cooperar estrechamente son sus socios holandeses para el esclarecimiento total de las circunstancias del incidente", indica la nota.

De acuerdo con LifeNews, Elderenbosch fue atacado por dos hombres que simulaban ser electricistas. Los desconocidos le pidieron comprobar si había luz en su apartamento y cuando el diplomático abrió la puerta le empujaron al interior de la vivienda y lo maniataron. Luego, los agresores registraron el apartamento y, antes de macharse, dibujaron con un lápiz de labios en un espejo un corazón atravesado por una flecha y, bajo éste, escribieron "LGBT", la siglas de comunidad de lesbianas, homosexuales, bisexuales y transexuales. Según datos preliminares, los atacantes no se llevaron nada de valor.

El diplomático "se encuentra bien", ha escrito en Facebook el ministro de Asuntos Exteriores holandés, Frans Timmermans, quien ha anunciado que tiene la intención de citar hoy mismo al embajador ruso en Holanda, Román Kolodkin.

El incidente en la capital rusa se produce poco más una semana después de que la policía holandesa detuviera en La Haya a un diplomático ruso en su domicilio, tras recibir la denuncia de un vecino de que estaba maltratando a sus hijos. Moscú protestó enérgicamente por el trato dado a su diplomático y exigió excusas al Gobierno holandés, que presentó disculpas sólo tras verificar que la actuación de la policía había supuesto una violación a normas diplomáticas internacionales.