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Merkel guarda un as en la manga
La canciller se acerca al SPD, pero sin descuidar a Los Verdes, en la recta final de las negociaciones para formar Gobierno
BERLÍN. Actualizado: GuardarLas consultas entre los partidos de la Unión de cristianodemócratas y socialcristianos (CDU/CSU) de la canciller federal, Angela Merkel, con sus dos potenciales socios de coalición se han convertido ya en una animada partida de póker en la que nadie deja ver ni una sola de sus cartas. Y a las citas anunciadas, pero siempre discretas, se suman también los encuentros confidenciales, casi secretos, mientras el calendario comienza a verse apretado y se espera para la semana próxima que se despeje la incógnita de qué formación gobernará con Merkel y la Unión la próxima legislatura.
Aunque tampoco hay que precipitarse ante la precaución con la que actúan todos los partidos que se han sentado ante el tapete verde. Lo más que se sabrá es a quién eligen la canciller y los conservadores para iniciar negociaciones concretas para formar una coalición. O quienes son los que están dispuestos a participar en esos contactos de carácter ya formal. Luego tienen que cuajar las negociaciones y el documento resultante deberá ser sancionado por sendos congresos de las dos partes interesadas.
Acompañada por su tradicional socio bávaro y líder de la CSU, Horst Seehofer, Merkel celebró ayer un encuentro informal con el presidente del opositor Partido Socialdemócrata Alemán (SPD). De la hora y media de reunión de los tres líderes en la Cancillería Federal no trascendió ni una palabra, fuera de comentarios de portavoces de sus formaciones acerca de que trataron sobre la segunda ronda de conversaciones exploratorias prevista para el lunes. Y a esta cita seguirá un día después la segunda vuelta de los contactos de sondeo entre conservadores y verdes. «El martes valoraremos las conversaciones y tomaremos una decisión», dijo ayer la secretaria de organización de los ecologistas, Steffi Lemke, quien subrayó que esa decisión «no se puede aplazar, ya que el fin de semana siguiente se celebra nuestro congreso federal» y antes tienen que estar las cosas claras para los delegados.
La que parece jugar con ventaja en esta partida de final incierto es la canciller, que mantiene ambas opciones claramente abiertas y ha tenido la diplomacia de tratar a unos y otros por igual. Tres horas de contactos exploratorios tanto con los socialdemócratas como con Los Verdes, ambas citas en un ambiente cordial y en los dos casos con la intención de reunirse una segunda vez.
La edición digital del semanario 'Der Spiegel' considera que Merkel debe decidir entre la opción del corazón, la más intuitiva y arriesgada, que sería la apuesta por negociar con los ecologistas una alianza política inédita para Alemania, y la alternativa de la razón, la apuesta segura y sin sorpresas, la que lleva a reeditar la 'gran coalición' que ya dirigió en su primera legislatura entre 2005 y 2009. Una nueva 'gran coalición' tendría una abrumadora mayoría parlamentaria en el Bundestag y garantizaría también el respaldo del Bundesrat, la cámara alta o de los 16 Estados federados, que sanciona gran parte de las leyes que aprueba la primera cámara legislativa.
Mayoría aplastante
La mayoría que suman conservadores y socialdemócratas sería tan grande que permitiría incluso abordar reformas constitucionales como cambios en el sistema federal, así como aprobar sin problemas nuevas operaciones de rescate para el euro o llevar adelante sin sobresaltos el llamado cambio energético. Merkel sabe que la 'gran coalición' es además la alternativa que apoyan dos de cada tres alemanes. La última encuesta de la cadena pública de televisión ARD revela que el 66% de los alemanes considera «muy buena» o «buena para el país» una 'gran coalición', 20 puntos más que hace un mes.
La reunión de Merkel, Seehofer y Gabriel es un indicio de que se decantan más por la opción de la razón, también porque los implicados se conocen bien, ya gobernaron juntos cuatro años y la experiencia fue un remanso de paz en la política nacional tras los numerosos altibajos de la alianza saliente con el Partido Liberal, defenestrado en los recientes comicios y sin representación parlamentaria.