Un colosal Del Potro tumba a Nadal

Hay un tenista que causa pánico en el circuito siempre que vuelve de sus recaídas. Se trata de Juan Martín Del Potro, un jugador creado para destrozar la bola y llegar a ser algún día el número uno del mundo. Así lo confirmó este sábado ante Nadal. Desde luego potencial tiene de sobra para conseguirlo si es más regular y las lesiones no se lo impiden, porque tenis y calidad tiene para serlo. En semifinales del Masters 1.000 de Shanghái sometió a Rafa Nadal a un ritmo infernal a base de destrozar cada pelota que tocó.

El argentino infringe a las bolas una presión y una dureza que ningún otro jugador es capaz de alcanzar. Por eso, sus golpes atronaron en la pista y desarmaron al número uno del mundo. En la ultrarrápida pista china, ‘Delpo’ obtuvo numerosos beneficios. La velocidad de su bola se adaptó a la perfección a la rapidez de la superficie. Enfrente, lo que debió sentir Nadal durante todo el partido fue algo muy parecido a la impotencia. No pudo hacer nada para parar al tandilense. Parecía imposible que aguantase esa intensidad todo el partido, pero lo hizo. Rindió a la perfección durante una hora y 46 minutos, se llevó el encuentro por 6-2 y 6-4 sin ceder una sola vez su saque y se metió en la final de Shanghái, donde se medirá a Novak Djokovic.

Desde el principio Del Potro le miró a los ojos a Nadal: el duelo se iba a decidir a base de ‘palos’, y ahí estaba él para reinar en esos parámetros. Esa colosal derecha que protagonizó el partido empezó a erosionar al balear nada más empezar el duelo. Sin escudo ni protección alguna, Nadal aguantaba cada golpe como podía. Pero no era suficiente. Su bola era un placer para el argentino. Por eso, cuando quiso reaccionar, Del Potro ya mandaba 4-0 en el marcador con dos ‘breaks’ en su haber. El de Manacor no había perdido su saque en el torneo hasta ese momento, pero la derecha en carrera del argentino era demasiado –conectó 28 ganadores en el partido-. Además, con su revés abría la pista y empujaba al español a jugar dos metros detrás de la línea.

Después de que el argentino confirmase su supremacía en la pista haciéndose con el primer parcial, Nadal tuvo su momento. Tuvo un 15-40 en el segundo juego del último set que no hizo otra cosa que despertar a la bestia. El peaje mental que pagó el español fue ver como cedía una nueva rotura y finalmente el partido. A duras penas inquietó a ‘Delpo’ hasta el último punto, pero enfrente tenía a un titán colosa, invencible en días así.

Shanghái no es un torneo que se le dé bien al número uno. Pero lo positivo para él es que, pese a caer en semifinales, y pase en lo que pase en la final, ampliará su distancia con el serbio en, al menos, 360 puntos. No jugó el año pasado este torneo y el serbio ganó el torneo.