TRIBUNALES

Caja Madrid ocultó a sus clientes la «perpetuidad» de las preferentes

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La cúpula de Caja Madrid ordenó a sus subordinados ocultar información relevante a los clientes, según sendos documentos «confidenciales» remitidos al juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu, quien investiga irregularidades en la emisión de preferentes.

Según esos textos, el término «perpetuo» no debía ser utilizado en las conversaciones con los clientes pese a que ese fuera su plazo real -en algunos casos no vencían hasta el fallecimiento del suscriptor-. En todo caso, añadía, habría que señalar que «no existe un plazo definido porque son recursos propios similares a las acciones de un banco».

Para reforzar la aparente bondad de las preferentes y de la deuda subordinada, se prometía que las participaciones serían recompradas, en caso de que así lo pidieran los clientes, «en un plazo máximo de siete días hábiles dentro de un mercado secundario en la propia entidad».

Sin embargo, la caja madrileña ocultaba que la CNMV había recomendado de forma expresa y reiterada que ese mercado fuera común a todas las entidades, dados los problemas crecientes a la hora de lograr la liquidez necesaria para responder a las reclamaciones de devolución.