La Unión Europea prohibirá los cigarrillos de sabores
La Eurocámara aprueba su desaparición en el plazo máximo de 8 años y exige aumentar hasta el 65% de la cajetilla los mensajes antitabaco
BRUSELAS.Actualizado:La particular guerra al tabaco que la Unión Europea comenzó a finales de 2012 logró ayer el aval del Parlamento comunitario, un apoyo cuestionado hasta el último minuto por las presiones «indecentes, insidiosas y hasta ahora nunca vistas» que sus señorías -así lo han confesado algunos- han sufrido en los últimos meses. No se aprobó todo lo que la Comisión pretendía, pero sí las grandes líneas de lo propuesto por Bruselas. Además de tener que incrementar el tamaño y el lugar de los mensajes de advertencia -al 65%, delante y detrás, y en la parte de arriba-, se prohibirán los cigarrillos de sabores como vainilla en el plazo de tres años o los tradicionales mentolados, que deberán desaparecer de los estancos dentro de ocho, periodo que variará en función de la aprobación definitiva de la directiva.
Ahora comienza el periodo definitivo de negociación con los 28 estados miembros, que a su vez estarán obligados a incorporar la nueva legislación comunitaria a su propia normativa en el periodo máximo de «año y medio». Y es que cada país, bajo un paraguas común aprobado por la UE en 2001, ha aprobado durante los últimos años diferentes modificaciones 'ad hoc' que doce años después necesitan una nueva coordinación desde Bruselas. En España, por ejemplo, los 'mensajes e ilustraciones del miedo' ocupan la mitad de la cajetilla, un 10% más exigido por la actual directiva.
«Europa sigue estando a la vanguardia en la lucha contra el tabaco», se felicitó el comisario de Salud, Tonio Borj, tras conocer el voto favorable del Parlamento. En su intervención pidió a los europarlamentarios que fueran «valientes» y no se dejaran manipular por la insistencia de unos grupos de presión que llevan meses advirtiendo del drama que esta directiva supone en pérdidas de empleos. En España, la Unión de Asociaciones de Estanqueros las cifró en 10.000 y en torno a casi 1.700 millones de euros de reducción de la recaudación fiscal. «Aquí estamos decidiendo entre negocio o salud», enfatizó el socialista Andrés Perelló, uno de los más vehementes en criticar a los grupos de presión.
Cuando se habla de tabaco, la retórica tiene la batalla perdida frente a unas cifras que apabullan. Para muestra, los 500.000 millones de euros anuales a los que asciende la factura sanitaria europea por problemas derivados con fumar, como explicó el representante del Consejo Europeo presente en el debate, el lituano Vytenis Andriukaitis, cuyo país ostenta ahora la presidencia comunitaria.
En Europa, unas 700.000 personas mueren cada año por el tabaco, población similar a la de Fráncfort.