La línea roja
Actualizado: GuardarComo todos oímos a Montoro que esto ya ha tocado fin y hace dos meses que está a la vuelta de la esquina, me anima la idea de comentar lo de la «famosa línea roja», que ya hace tiempo que Cospedal mueve según las circunstancias a las que se ve obligada cuando ella misma comprueba que se ha liado y hay que rectificar con disimulo los errores que su partido le permite como aquella travesura que no tiene mayor importancia. Pero sucede que las hemerotecas no le tienen compasión y reflejan muy claramente las nada presuntas mentiras que las pruebas de los medios no pueden desmentir. Pero ella sigue en sus trece de que no suframos los pensionistas, ni los sanitarios ni los educadores, porque son líneas rojas «sagradas» que el Partido Popular nunca recortaría. Pero he aquí que la realidad es otra y no liga en absoluto con esas declaraciones y la sociedad nos ponemos las manos en la cabeza ante tanto despropósito.
Por otro lado, su compañera Fátima Báñez a la que aplaude sus declaraciones, nos dice que nunca bajarán las pensiones porque es el listón, (también rojo), que le obliga a respetar las revalorizaciones del 0,25%, enemigas de la subida del IPC del 1,25%.
Y dale que te dale en que los jubilados no tendremos ningún recorte, y yo le digo que de eso nada porque ya lo tenemos, y su milagro, aunque se llame Fátima, es como aquel de la película del queridísimo actor Pepe Isbert, de «Los jueves, milagro.»