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El comité de Navantia dice que la «solución» de la empresa pasa por activar la segunda fase BAM

José Antonio Oliva asegura que los esfuerzos de los trabajadores deben ir acompañados de «una garantía de estabilidad y trabajo»

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Los representantes de los trabajadores de Navantia han manifestado que están "de acuerdo" con la situación de la empresa que analiza el presidente de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), Ramón Aguirre, coincidiendo con "las advertencias que le hicimos hace un año". Asimismo, subrayan que la "solución" de Navantia pasa necesariamente por "activar, de aquí a final de año, la segunda fase de los Buques de Acción Marítima (BAM)".

Así lo ha indicado José Antonio Oliva, presidente del comité de empresa del astillero de San Fernando y del comité intercentros de Navantia, que considera que el Gobierno y la SEPI actúan "con voluntad de consolidar Navantia, pero no deberían tropezar dos veces con la misma piedra" perdiendo la oportunidad de activar la segunda fase de los BAM. Y es que, según argumenta, "el convenio, el plan estratégico, la situación financiera y absolutamente todo cuelga de la carga de trabajo y de la consecución de contratos".

Recuerda que Aguirre realizó una visita hace un año a los astilleros de la Bahía gaditana tras la que, allá por el mes de septiembre de 2012, incluso emitió un comunicado "dando por hecho el cierre antes de final de ese año de contratos" --en referencia al programa de Qatar y al de Venezuela--. Sin embargo, ahora "se dan cuenta, tal y como le comentábamos, de que los programas en el exterior, con Armadas y gobiernos extranjeros tardan mucho en madurar".

También le comentaban, según Oliva, que si no había carga de trabajo se atravesarían "problemas graves financieros". Expone que "estamos atravesando un desierto, y la mejor manera de hacer la travesía es activar la empresa con algo del mercado interno, como es la segunda fase de los BAM".

Entiende que el Ejecutivo no puede "dejar pasar otra vez la ocasión", recordando que esta segunda fase de los BAM está suscrita en un Consejo de ministros de junio de 2011 y "saben perfectamente que no grava los presupuestos de Defensa" porque, "como dicen coloquialmente, pueden pagar tarde y mal".

En este sentido, señala que "hay barcos que han dado de baja sin que los terminen de pagar" y apunta que la primera fase de los BAM sigue abierta en los pagos, con lo que "perfectamente se podría haber incluido la orden de ejecución de la segunda fase", que insiste en que "hay que poner en marcha".

"Lo que hay que hacer es activar el mercado interno, y ya nos lo pagarán, porque de esta forma se activa lo que hay que activar: la economía comarcal, la economía financiera de la propia empresa y de las empresas que trabajan con Navantia", abunda Oliva, que destaca que "no hay atisbos ahora mismo de ninguna carga que se pueda suscribir" al retrasarse los resultados de las acciones emprendidas a escala internacional.

A este respecto, añade que el acuerdo con EEUU para el mantenimiento de los cuatro destructores a desplegar en la Base Naval de Rota en el marco del escudo antimisiles de la OTAN es "positivísimo", pero recuerda que los destructores no llegarán hasta el último trimestre de 2014 y los astilleros no tendrán nada que hacer "al menos hasta la primavera de 2015", aunque viendo el cariz de los acontecimientos "no sabemos si llegaremos", apostilla.

Cabe señalar que Ramón Aguirre adelantaba este lunes en la Comisión de Presupuestos del Congreso que Navantia es "la gran preocupación de la SEPI" por la "casi nula contratación" y por las "tensiones indeseadas que comienza a registrar la relación entre el patrimonio neto y el capital social", apuntando, entre otras cuestiones, a que necesitará "ayudas financieras adicionales", un plan estratégico 2014-2018 y un "nuevo marco laboral".

NUEVO CONVENIO

El comité intercentros de Navantia tiene previsto analizar este asunto este miércoles, aprovechando el encuentro que mantendrán en Madrid para abordar el nuevo convenio colectivo, avanzando que "si todo sale bien" todo apunta a que podría haber un principio de acuerdo "en los próximos días".

Dice Oliva que la plantilla está dispuesta a hacer "todos los esfuerzos necesarios, pero siempre a cambio de trabajo", como apunta que ha ocurrido en otras empresas y en otros sectores como el del automóvil.

Insiste en que los esfuerzos que hagan los trabajadores deben ir acompañados de "una garantía de estabilidad y de trabajo", ya que no están dispuestos a "hacer un esfuerzo para que a los tres meses planteen despidos, como ocurrió en Iberia", sentencia.