Los bandoleros atraen a Grazalema a más de 15.000 visitantes
La población vive un intenso fin de semana festivo con las recreaciones de 'Sangre y amor en la Sierra' y llena también de turistas a las localidades vecinas
GRAZALEMA.Actualizado:El poblado bandolero de la plaza de los Asomaderos se queda pequeño. Grazalema ha vivido un intenso fin de semana festivo en el que se ha celebrado la séptima edición de 'Sangre y amor en la Sierra', la recreación histórica en la que se relata la vida y las peripecias por estas montañas de los bandoleros de 1.832. La misma ha congregado a miles de visitantes, desde el viernes al domingo, por lo que, aunque todavía no se conocen cifras oficiales, se podría haber superado con creces los 15.000 de otros años. El sol y el buen tiempo han ayudado a conseguir un gran ambiente, con miles de personas de toda la provincia e incluso de Málaga - principalmente de la serranía de Ronda- y Sevilla. Llegados a la zona han podido disfrutar no sólo de la fiesta, sino también del magnífico entorno del Parque de Grazalema y de los bellos municipios que hay en el mismo. El buen ambiente que propician los bandoleros también se ha podido vivir, en cierta forma, en El Bosque, Benamahoma, Zahara, Benaocaz y Villaluenga entre otros localidades vecinas.
Las mil plazas de aparcamientos para coches dispuestas se han quedado en poco y cientos de moteros también se han acercado a la localidad para participar de la partida de José María El Tempranillo. Un ir y venir de autobuses cargados de visitantes, también supone una muestra de la gran expectación que levanta una celebración que se inició en 2007, animada por la Recreación Histórica de Algodonales, y que se ha convertido ya en una gran cita del calendario festivo de la Sierra. El éxito de la misma también ha hecho que otras localidades del entorno, como El Bosque o incluso Ronda (Málaga), hayan apostado por contar también con una fiesta similar.
Participativa
Durante el arranque de esta edición de los bandoleros, la alcaldesa, María José Lara (PSOE), destacaba la importancia de una celebración que «se hace gracias al esfuerzo, la entrega y la dedicación de los vecinos y las asociaciones que, desde el principio, se vuelcan con la celebración». Por ello agradeció a todos su aportación «desde el que clava una puntilla en el poblado hasta los que hacen de actores o aportan sus platos para que se puedan degustar». Y es que el valor fundamental de esta recreación es precisamente ese: no se trata de actores contratados, sino que es un pueblo el que prepara con esmero, durante todo el año, una fiesta para engrandecer el nombre de su localidad.