EN AUXILIO DEL TRIUNFADOR
Actualizado:Me preguntaba cómo le saldría 'el debut' o el 'examen de oposición' a la presidenta andaluza en Madrid. Recordaba el mismo escenario, el Ritz, y otra joven política socialista andaluza, Bibiana Aído, a quien la corte capitalina masacró con saña. Sin embargo, los resultados no han podido ser más distintos, y eso que a Susana Díaz la habían retratado en buena parte de la opinión 'publicada' como una ignorante advenediza, puro 'aparatichk', elegida a dedo e incapaz de hacer la carrera de Derecho en cinco años, que de todo se ha oído.
El entusiasmo desatado incluso en círculos conservadores por el discurso de Díaz tiene que ver mucho con la contundencia de su tono y con la emisión de un mensaje que en Madrid gusta oír, acerca de la unidad de España frente al independentismo catalán, porque están más asustados de lo que quieren reconocer.
También se relaciona con algo tan sencillo como decir en voz alta lo mismo que se dice en los cenáculos: Zapatero de equivocó con Cataluña; Salgado la fastidió con lo de los 'brotes verdes'. Lo primero ya lo había manifestado la presidenta andaluza el pasado jueves en la sesión de control parlamentario, pero pasó desapercibido en Sevilla, más atentos al rifirrafe con Zoido que al trámite de la respuesta a su propio portavoz. La regeneración de la política es imposible sin cambiar el lenguaje político y a estas alturas ya no cuela nada (o casi nada) que suene a trola. Nadie se cree ni siquiera lo que es verdad.
Una última razón me la daba un colega avezado en los usos madrileños: «Le irá bien, allí son expertos en acudir en auxilio del triunfador». Ahora toca observar, y esperar, los efectos. La potencia de Susana Díaz ya no es solo cosa de advenedizos 'susanistas'. En el PP han de correr para buscar un líder o la presidenta, en su frenética agenda, les comerá el terreno, por mucho que los aspirantes ( José Luis Sanz, Carmen Crespo) intenten multiplicarse en su propia precampaña.
Pero también condiciona a IU. En medios de la coalición, inmersa en un tránsito de liderazgo, se llega a temer incluso que Díaz les pase por la izquierda. Veremos cómo se refleja en el pacto.