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Los inhaladores en ocasiones son necesarios para tratar la bronquiolitis. / Archivo
SALUD

La bronquiolitis en recién nacidos se incrementa un 50%

La Sociedad Española de Neumología Pediátrica lanza un programa de prevención para padres y educadores

LUCÍA PALACIOS
MADRIDActualizado:

Llega el invierno y con él los mocos y una serie de enfermedades varias que volverán locos a padres e hijos. Una de las que más asusta es la bronquiolitis, un virus desconocido para la gran mayoría de mortales que no tiene hijos pero que, en el momento en que nace un bebé, se convierte en un gran temor para sus progenitores.

Se trata de un temor nada infundado, pues las estadísticas nos dicen que en los últimos tiempos esta enfermedad ha subido como la espuma, ocasionando un incremento hospitalario en bebés menores de seis meses entre un 20 y un 50%. La Sociedad Española de Neumología Pediátrica (SENP) ha advertido además esta semana de que la demanda asistencial en Atención Primaria y Urgencias ha aumentado más del "cien por cien". Ante esta epidemia, la SENP ha lanzado un programa de prevención para padres, madres y educadores con el objetivo de divulgar los cuidados y aspectos a tener en cuenta para prevenir infecciones respiratorias como, por ejemplo, el control del asma y las malformaciones pulmonares en los niños.

¿Pero qué es la bronquiolitis y cómo se puede evitar? Se trata de una infección de las pequeñas vías respiratorias (bronquiolos) que están en los pulmones. La causa más común son los virus, principalmente el Virus Respiratorio Sincitial (VRS), que afecta fundamentalmente a los menores de dos años durante el periodo invernal, aunque también son resopnsables la gripe, el parainfluenza o el adenovirus. El contagio se produce a través de la mucosidad o la saliva y se propaga rápidamente en la familia, guardería o centros hospitalarios.

La enfermedad suele comenzar como un simple resfriado -que es en lo que se queda en los adultos-, con moco nasal, tos leve y, a veces, fiebre. Pero si este refriado no se cura, la tos empeora y el niño tiene una respiración más agitada, llegando incluso a tener dificultad para respirar, entonces nos estamos enfrentando a la bronquiolitis. Uno de los síntomas para identificarla es que se le marquen las costillas, el abdomen se mueve mucho y tenga ruidos en el pecho (como 'pitos' o 'silbidos'). En estos casos hay que llevar al pediatra al niño y en ocasiones, dependiendo de la gravedad, puede acabar hospitalizado.

No hay ninguna medicina eficaz para combatir al Virus Respiratorio Sincitial, puesto que los antibióticos que se usan para tratar las infecciones bacterianas no son eficaces para los virus. Solo es posible combatirlo con antitérmicos como paracetamol o ibuprofeno, en caso de que tenga fiebre, y para los casos más acusados, con medicamentos inhalatorios, co mo Ventolin o Budesonida, para ayudar a dilatar las vías respiratorias del niño que se encuentran obstruidas e inflamadas. También puede ser necesario administrale corticoides, como estilsona.

A día de hoy no hay ninguna vacuna para prevenir esta enfermedad, aunque está en estudio y desarrollo.