Responsable en Cádiz de la Unión de Consumidores

Miguel Ángel Ruiz: «Con la crisis se han disparadolas inspecciones fraudulentas»

La entidad resalta que las denuncias referidas a la banca se han incrementado en los últimos años y anima a los ciudadanos a reclamar

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En la sociedad de consumo el cliente no siempre tiene la razón. Es más, parece que tratan de quitársela continuamente. Sobre todo en los momentos de crisis, donde las empresas intentan exprimir el beneficio que sacan por cada comprador y por cada producto. Es por eso que las asociaciones de consumidores están más atentas que nunca para prevenir que se comentan irregularidades. Una de las más activas en la provincia es UCE. Su responsable en Cádiz, Miguel Ángel Ruiz, hace un repaso de los principales problemas con los que se encuentran los consumidores en estos meses y alerta de la proliferación del fenómeno de las inspecciones fraudulentas.

–Con las últimas subidas de impuestos y la congelación o bajada de los sueldos en algunos casos, ¿se ha notado una caída en la protección del consumidor?

–Más que abundar en el descenso de la protección del consumidor, lo que hemos detectado es una gran caída del poder adquisitivo del ciudadano medio. Sobre todo con las últimas subidas de impuestos, en especial las referidas a servicios imprescindibles como la luz (que ha aumentado un 1,3% su valor) o el agua. No creemos que sea justo que, en estos tiempos de crisis, cuando los sueldos bajan, suban tantos estos servicios esenciales. En este sentido, sí que podemos hablar de una mayor indefensión del consumidor, que percibe cómo pierde poder adquisitivo sin poder hacer nada.

–Con la actual crisis económica, ¿han percibido que ha cambiado el tipo de denuncias que se formulan por parte de los consumidores?

–Por lo general se mantienen en la mayoría de los sectores, pero nos ha sorprendido cómo se ha incrementado el número de quejas respecto al sector financiero. Empezaron las reclamaciones por los deshaucios, luego por las cláusulas suelo, que están obligando a pagar, de media, unos 1.100 euros más al año a los clientes de manera irregular.

–¿Se nota un cambio en la mentalidad del consumidor a la hora de enfrentarse a la banca?

–Totalmente. Antes su actitud era la de pensar que era imposible enfrentarse a un banco, que la reclamación no iba a servir para nada... en cambio ahora, el consumidor sabe que si reclama puede conseguir que las cosas cambien, que le respeten. Eso sí, hace falta que denuncie.

–¿Cuáles son los sectores en los que se plantean más reclamaciones?

–A día de hoy, sigue siendo el sector de las comunicaciones el que acumula mayor número de denuncias. Y le siguen el de la banca y el mercado eléctrico. La liberalización del mercado ha traído consigo un aumento disparatado de las reclamaciones.

–¿Y cuáles son las denuncias de los consumidores por este sector?

–La que más nos preocupa es la del incremento de los casos de fraude. Con la crisis ha aumentado de una manera considerable el número de inspecciones fraudulentas, de falsos técnicos que vienen a revisar unas instalaciones. Y eso sucede tanto con la luz como con el gas.

–¿Cómo pueden los ciudadanos detectar que hay un fraude?

–La norma fundamental es emplear el sentido común. Es decir, es muy extraño que la compañía energética que sea se presente en casa sin avisar para hacer una inspección. Lo normal es que previamente se pongan en contacto con el cliente, cuando no es éste el que llama al percatarse de una incidencia.

–Y en el sector comercial tradicional, ¿ha aumentado el número de denuncias?

–No, se ha reducido. Y creo que se debe a una doble causa. Por una parte, el consumo ha disminuido muchísimo a causa de la crisis y, en consecuencia, el número de operaciones de compraventa. Por otra, con la crisis, el comerciante trata de fidelizar al cliente para que vuelva, por lo que trata por todos los medios de no darle un producto de mala calidad.

–Respecto a la capacidad de defender sus derechos, ¿está concienciado el consumidor gaditano?

–Está en la línea del resto de Andalucía. El porcentaje de denuncias es similar. Bien es cierto que, por sus características, en la provincia hay un tipo de reclamaciones que no se encuentran en toda la Comunidad, como las referidas al turismo, en especial a los inmuebles.

–Y por lo general, ¿considera que hay una buena concienciación respecto a los derechos como cliente?

–Hay que avanzar todavía mucho en este aspecto. Hemos presentado una campaña llamada ‘Diez razones para reclamar’; insistimos en que no puede seguir diciéndose esto de que «por diez euros no merece la pena reclamar», porque es por ahí cuando empiezan a perderse las defensas del cliente.

–El año pasado se localizaron ofertas de trabajo fraudulentas, no sé si tienen noticia de que en 2013 esté pasando lo mismo.

–Lo cierto es que, de momento, no. Fueron casos puntuales del año pasado pero no se han vuelto a repetir. Y estamos satisfechos, porque el fraude del que hablábamos se centraba en personas desesperadas por encontrar trabajo y en una situación muy delicada.