«El mar estaba lleno de cabezas»
ROMA.Actualizado:«Había tantas mujeres, tantos niños... El mar estaba lleno de cabezas. Nunca creí que tuviera que cerrar los ojos ante gente muerta». El testimonio de Domenico Colapinto, uno de los primeros en socorrer a los inmigrantes que viajaban en el pesquero hundido el jueves frente a la costa de Lampedusa, daba idea de la magnitud de una tragedia. «Nunca había sucedido una cosa así», se dolía el capitán del 'Angela C', que participó en el de rescate junto a su hermano Rafaele y su sobrino Francesco. «Estaban cubiertos de gasóleo, se nos resbalaban de las manos. Cogí a una mujer y no conseguí retenerla. Se cayó al agua mientras yo le decía 'agárrate', 'agárrate'. Me miraba y no decía nada. Se veía que no podía más», explicaron al Corriere della Sera.
El hangar del aeropuerto de la isla se convirtió en una morgue hasta la que se trasladaron los 111 cadáveres recuperados. El mal tiempo obligó a cancelar el rescate. «Todavía hay más de doscientas personas desaparecidas», explicó ayer uno de los responsables del operativo.
El ministro del Interior, Angelino Alfano, dijo que la mayoría de las víctimas viajaban en la bodega de la embarcación «porque allí se hacinaban los que pagaban menos por el viaje». Hasta la isla llegaron desde Sicilia 120 ataúdes. «Varios pueblos sicilianos ya han expresado su disponibilidad a prestar de sus pequeños cementerios», adelantó Alfano, en el Parlamento. «En la embarcación había más de 400 personas y se han salvado 155 vidas. Hasta ahora hay 111 víctimas mortales», señaló.
Las tumbas serán como las que ya hay en el cementerio de la isla, lápidas sin nombre, sin nacionalidad y sólo indicarán si allí descansa un hombre, una mujer o un niño.