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FÚTBOL | PRIMERA DIVISIÓN

Cristiano y los canteranos resucitan al Madrid

Sólo una reacción heroica evitó un descalabro del desnortado equipo de Ancelotti

IGNACIO TYLKO
MADRID Actualizado:

Desencorsetado, orgulloso y la heroica, virtudes arraigadas a lo largo de su historia, el Madrid remontó un partido que veía perdido en el Ciutat de Valencia. La Liga se esfumaba tras el gol de El Zhar a solo cinco minutos del final, pero al club más laureado del mundo nunca se le puede dar por muerto. Ni con Mourinho, ni con el errante Ancelotti, ni con el que asó la manteca. Es una cuestión de arrojo, de carácter, que tiene mucho que ver con el escudo. También contribuye el canguelo que les entra a los humildes rivales cuando se ven ganadores. El Madrid les encierra, ellos contribuyen dando varios pasos atrás, y acaban desgarrados.

Morata, el salvador el año pasado, y Cristiano, con un tiro desesperado en el último minuto de descuento que golpeó en un defensor y en el palo, salvaron a un equipo desnortado, sin fútbol, sin plan aparente. Venció el Madrid cuando tocó a rebato, ya con Jesé también en el campo. Cuando se vio contra las cuerdas, a punto de ser noqueado, Carletto recurrió a los canteranos. Tienen menos clase pero aportan más que Benzema en duelos que precisan de algo más, de corazón, casta, orgullo y ese gen ganador que siempre caracterizó al Madrid.

La aportación de Varane fue la mejor noticia del Madrid durante el primer tiempo, lo que dice mucho del francés y muy poco de la maquinaria que trata de poner a punto Ancelotti. Acaba de salir de una larga lesión pero, a día de hoy, el galo es mejor central que Pepe. Uno se anticipa siempre, la saca bien jugada, no intenta acciones imposibles, no encrespa a los rivales y no necesita hacer faltas para imponerse. Y el portugués es todo lo contrario. Ya dijo Mourinho que el problema del veterano Pepe es que un joven como Varane le había adelantado.

Extraña la presencia de Khedira, que quita menos de lo que parece y apenas ofrece en la creación, y la suplencia de Illarramendi, un jugador que debe crecer precisamente en este tipo de partidos. Carecieron los merengues de chispa, profundidad, cambio de ritmo y desborde hasta al final. Fue un equipo similar al de anteriores desplazamientos. Ni Arbeloa ni Coentrao, que en apenas diez minutos se había ganado hasta tres amarillas no mostradas, percutieron por sus bandas. Quizá porque tenían temor de que no les guardaran las espaldas.

Babá, un incordio

En todo el período inicial, el Madrid apenas generó ocasiones en el Ciutat de Valencia. Fue incapaz de percutir en esas líneas bien agrupadas que ordenó Caparrós, quien públicamente se decantó más por la propuesta de Mourinho que por la de Ancelotti. Reclamó un penalti por mano de Rodas a cabezazo de Cristiano, pero poco más. Gran mérito el de este Levante se llevó siete ante el Barça y creció hasta el punto de no volver a perder hasta anoche y de presentarse en esta cita con 10 puntos, en la zona media alta de la tabla. Lo hizo todo bien hasta el descanso. Le faltó llegada, pero eso es cuestión de presupuesto. Cortó el escaso ritmo del rival y robó numerosos balones a base ayudas constantes entre los solidarios compañeros y cierre de espacios por el centro. La acción más bella se produjo poco antes del intermedio. Enorme disparo del senegalés Babá, cedido por el Sevilla, y parada sensacional de Diego López.

Salieron con dudas los de Ancelotti del vestuario y los azulgrana supieron aprovecharlo. Avisaron en un cabezazo de Rodas, tras error en la salida de Diego López, y acertaron en un contragolpe de manual. Desde que recuperaron el balón se adivinaba el peligro. Gran centro de Xumetra que definió Babá sin parar. El repliegue fue calamitoso. Con la Liga cerca de perderse, la reacción era obligada. Ya era cuestión de bemoles. La aportación de Marcelo en lugar de Coentrao era clave. Llegó pronto el empate en un grave rror de los de Caparrós, ya que Ramos remató con la pierna, desde el segundo palo y en el área pequeña, tras un saque de esquina. A partir de ahí, las ocasiones se sucedieron. De nuevo, Carletto introdujo a Morata en lugar de Isco. A la desesperada, retiró a sangre de horchata Benzema y apostó por Jesé. Achuchaba el Madrid pero golpeó de nuevo el Levante en un extraño pero gran movimiento de El Zhar. Pero los canteranos y Cristiano acudieron al rescate. El Madrid se agarra a la Liga.