Los exdelphi barajan encierros y huelgas de hambre para forzar a la Junta a negociar
Indignación y crispación en la asamblea de extrabajadores celebrada esta mañana en Puerto Real
Actualizado: GuardarLos ánimos están muy crispados entre el colectivo de extrabajadores de Delphi. El próximo 10 de octubre se quedan sin prestación alguna y solo unos pocos podrán acceder a la ayuda familiar de 435 euros que, en el mejor de los casos, comenzarán a percibir a final de año. En la asamblea celebrada esta mañana en la caseta municipal de Puerto Real se ha puesto de manifiesto el grado de crispación que existe entre la plantilla de la antigua fábrica de automoción.
La Junta ha dado por cerrado el conflicto alegando motivos económicos para seguir cumpliendo con los acuerdos del protocolo firmado entre ambas partes en julio de 2007, cinco meses después del cierre de la planta. Este acuerdo, al que se agarran los extrabajadores como si fuera un salvavidas, es el documento que recogía el compromiso que asumía el Gobierno regional, entonces en manos del socialista Manuel Chaves, para garantizar el futuro del millar de trabajadores que quedaron en la calle tras el cierre de la factoría. Uno de estos acuerdos era la formación remunerada hasta lograr la recolocación del colectivo. No ha podido ser y unos 600 empleados de la antigua planta aún están pendientes de su incorporación al mercado laboral, como les prometió por escrito la Junta. Sin embargo, la Administración regional, ya en manos de José Antonio Griñán, dio por zanjado el protocolo en octubre de 2010 alegando que la crisis económica no permitía destinar más fondos públicos al caso Delphi.
Las protestas de los extrabajadores sirvieron para alargar un año más la prestación pública. En octubre de 2012, se dio por terminada la relación con la Junta y pasaron a cobrar el último tramo del subsidio por desempleo que les quedaba pendiente. Esta prestación acaba la semana que viene para el colectivo y la situación que arrastran es agónica, según han manifestado esta mañana en la asamblea. Unas 55 familias tienen orden de desahucio y el colectivo se ha organizado desde hace meses para recoger alimentos, ya que no disponen de recursos económicos para su compra. Ante esta situación, los extrabajadores han planteado movilizaciones muy radicales que incluyen encierros y el inicio de una huelga de hambre.