ESPAÑA

Rajoy desdeña la 'tercera vía' de Unió y PSC: «No sé exactamente en qué consiste»

El jefe del Ejecutivo dice que es partidario «primero de la ley» y «después del diálogo» para que España permanezca unida

TOKIO. Actualizado: Guardar
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Mariano Rajoy combate cualquier propuesta de calado de sus adversarios con dos fórmulas, la crítica o el desdén. El presidente del Gobierno, que ayer concluyó su viaje oficial por Japón, optó por la segunda de ellas a la hora de valorar la denominada 'tercera vía' que proponen el líder del PSC, Pere Navarro, y el de Unió Democrática, Josep Antoni Duran i Lleida, para solventar la deriva soberanista en Cataluña que, según ERC y Convergencia, ya no tiene marcha atrás.

Navarro y Duran plantean buscar un estatus que permita a Cataluña tener una mayor cuota de autogobierno a cambio de renunciar al pulso independentista. Ambos coinciden en que es la única forma de intentar encauzar la ola soberanista que recorre la sociedad catalana. Pero el jefe del Ejecutivo dio a entender que ni siquiera se contempla esa opción. «No sé exactamente en qué consiste la tercera vía», respondió tajante cuando le preguntaron al respecto en una breve conferencia de prensa conjunta que ofreció con el primer ministro japonés, Shinzo Abe.

«Yo estoy a favor de que España, que es un país en el que hemos vivido siempre todos juntos, es la nación más vieja de Europa y está unida por lazos económicos, políticos, familiares y afectivos -insistió sin más detalle-, siga unida». Postura inamovible. Rajoy ya dejó claro el martes en Kazajistán que lo que quiere es que Artur Mas halle la fórmula de rectificar tras año y medio, dijo, de «pasos equivocados». Es decir, que se saque de la cabeza la idea de celebrar una consulta separatista en 2014, como planteará en el Congreso de los Diputados por mandato del Parlamento de Cataluña, y tenga un gesto de «grandeza política» con la retirada de la consulta.

Cooperación

En todo caso, fuentes de la Moncloa justifican el desdén hacia la propuesta de los socialistas o del líder de Unió con el argumento de que ninguno de ellos se ha dirigido a Rajoy para detallarle en qué consiste su idea. Además, argumentan que el PP ya ofreció a la formación que dirige Durán i Lleida que se sume a un pacto contra la independencia junto a los populares, PSC y Ciudadants.«Soy partidario primero de la ley, después del diálogo, de la lealtad y de la cooperación entre todos», dijo una vez más el presidente del Gobierno.

No fue el único asunto de política nacional al que tuvo que responder Rajoy desde Tokio. Las tensiones territoriales le persiguieron hasta la residencia del primer ministro nipón, aunque trató de quitarles hierro. Según Rajoy no le quitan el sueño los reproches que han planteado dos de sus barones autonómicos, el madrileño Ignacio González y el balear José Ramón Bauzá, a los Presupuestos del Estado para 2014. Ambos se sienten agraviados ante lo que invertirá el Estado el año que viene en otros comunidades con respecto a las suyas. Pero el jefe del Ejecutivo tildó su posición de «normal».

Así, se limitó a argumentar que este tipo de pleito entre territorios sucede cada vez que se elaboran unas cuentas generales o se reforma el modelo de financiación autonómica. En tono conciliador, añadió además un elogio a todas las administraciones, central, autonómica y local, por haber sido «capaces» todos juntos de conseguir el objetivo de reducir el déficit público en un momento de grave crisis.

En otro orden de cosas, tras visitar por la mañana la ciudad de Fukushima, justo 24 horas después de que se produjera una nueva fuga de agua radioactiva, Rajoy descartó que vaya a cambiar su política en materia nuclear. Abogó por mantener el «mismo equilibrio» que impera en España desde hace 30 años entre todas las energías.