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en una cárcel de palencia

El 'falso shaolín' ya comparte módulo, pero sometido a un «estrecho marcaje»

Juan Carlos Aguilar, acusado del crimen de dos mujeres en Bilbao, ha salido del programa de prevención de suicidios de La Moraleja

R. S. R.
PALENCIAActualizado:

Juan Carlos Aguilar, el llamado ‘falso monje shaolín’, que está recluido en la cárcel de Dueñas acusado del crimen de dos mujeres en Bilbao, ya no está incluido en el programa de prevención de suicidios del centro de La Moraleja y convive en un módulo de la prisión con más de setenta internos, aunque se halla sometido a un «estrecho marcaje», según señala el director de la cárcel, Javier Díez, que niega el temor en el centro a una posible venganza por parte de internos nigerianos, pues una de las mujeres presuntamente asesinadas por Aguilar procedía de este país africano.

«Este recluso se encuentra en un departamento especial y no tiene relación con internos nigerianos. Desde que ha venido a La Moraleja no ha dado ningún tipo de problema. Lo hemos tenido en el programa de prevención de suicidios por la problemática del tipo de delito por el que está acusado, pero no ha dado ningún tipo de problema y se está integrando perfectamente. Sí que tiene entre comillas un marcaje más estrecho de los técnicos porque tiene esta problemática especial», señala Javier Díez, que incide en que Juan Carlos Aguilar no está aislado. «No está él solo, aunque sí en un módulo especial. Hace vida normal dentro de ese módulo, en el que hay más de setenta internos», incide el director de la cárcel.

La detención del 'falso monje shaolín' se produjo el pasado 2 de junio, cuando, alertada por una vecina, la Ertzaintza localizó en el gimnasio ZEN4 de Bilbao a Aguilar, mientras golpeaba salvajemente a la joven Maureen Ada Otuya, de origen nigeriano, a la que tenía atada a una silla.

La joven, que se hallaba en estado de coma, falleció en el hospital el 5 de junio, y los agentes localizaron en el gimnasio y en el domicilio del sospechoso el cuerpo descuartizado de Jenny Sofía Revollo, una mujer colombiana a la que supuestamente habría matado pocos días antes.

Sin contacto alguno

Juan Carlos Aguilar se encuentra en la prisión de Dueñas desde el 12 de julio procedente de una prisión vasca, y fue encerrado en una celda especial en el módulo de enfermería del centro que se utiliza para aislar a los reclusos a los que se aplica el protocolo antisuicidios. En esa celda no tenía contacto con nadie, solo con algunos funcionarios, y la dirección de la cárcel puso a Aguilar un preso de apoyo, una especie de interno de confianza que vigilaba y controlaba a Aguilar. Esta tarea se la repartían tres reclusos, pero mientras en otras prisiones el preso de apoyo suele compartir la celda con el reo al que apoya, en este caso no era así, ya que los tres internos de apoyo estaban en una celda contigua a la de Aguilar y no tenían contacto con él, solo le vigilaban a través de una ventana. Esos presos eran el único contacto de Aguilar con otros reclusos en sus dos horas de patio.

Ahora, Juan Carlos Aguilar -que se había anunciado como 'primer maestro shaolín occidental' a través de los medios de comunicación a finales de los noventa, si bien el Templo Shaolín de España emitió un comunicado negando que exista relación alguna con el individuo-, comparte módulo especial con esos más de setenta internos y hace vida normal, según insiste el director de la cárcel de Dueñas, Javier Díez.