Glasgow fortalece al Barça

El Barça regresó fortalecido de Glasgow, precisamente donde la pasada temporada (2-1) comenzó a dar indicios de una fragilidad física y mental que luego se evidenció en las últimas rondas europeas. En el Celtic Park el equipo azulgrana volvió a presumir de toque, pero también de intensidad. Sin renunciar al estilo, batalló y se fajó en la pelea cuerpo a cuerpo con el duro conjunto escocés, que siempre multiplica su combatividad ante su entregada afición. No estaba Messi por lesión, pero Neymar completó su mejor partido como azulgrana aunque le faltó un gol que buscó hasta en cinco ocasiones. Todo el mundo esperaba que el brasileño diera un paso al frente. Lo dio y lo más importante es que sus compañeros no le dejaron solo en ese trance. Todos asumieron sus responsabilidades individuales y colectivas, como Cesc, un futbolista anárquico en sus dos primeros años en el Barça que ahora es un ejemplo de compromiso con el juego del grupo.

De Cesc fue el gol de la victoria gestado en un balón largo y preciso de Busquets a Neymar, quien controló y cedió en profundidad a Alexis, autor de la asistencia a Fàbregas, que remató con un inteligente cabezazo. Fue el éxito de la reunificación de los dos estilos: el fútbol control tradicional del Barça, ese ‘tiki-taka’ que necesitaba algún retoque, y el fútbol directo con el que Gerardo ‘Tata’ Martino quiere cambiar el ritmo de vez en cuando para sorprender. «Ha sido nuestro partido más completo», coincidieron en afirmar Cesc y Tata Martino. Busquets se saltó en la jugada del gol la obligación de pasar el juego por las botas de Iniesta o Xavi. Es una de las decisiones que permiten asegurar que algo está cambiando. Y la afición, tan enamorada del toque como crítica con la falta de verticalidad y hasta de pelea, lo está agradeciendo.

El Barça ya lleva siete partidos sin encajar goles en los once encuentros oficiales que ha disputado, un dato que revela el gran momento que atraviesa Víctor Valdés, pero también el buen funcionamiento defensivo en general. En este sentido Marc Bartra ha encadenado dos encuentros enormes en el centro de la zaga debido a la lesión de Mascherano. Ante el Celtic ganó el pulso al experimentado griego Samaras. Puyol podría recibir el alta médica seis meses después para jugar unos minutos el sábado ante el Valladolid, pero el buen hacer del canterano permite un respiro.