Casillas: «A veces me he visto fuera»

Le ha costado ocho meses y medio volver, desde aquel lejano 15 de enero, cuando ocupó por última vez la portería del Santiago Bernabéu en partido oficial. El partido de ida de los cuartos de final de la Copa del Rey ante el Valencia, fue la última ocasión en la que la afición merengue había visto a Iker Casillas con el brazalete de capitán en la casa blanca.

La lesión en la mano en la vuelta copera y el ostracismo en el que le sumió José Mourinho y, ya esta campaña, Carlo Ancelotti al elegir a Diego López como arquero titular, han hecho que hayan pasado 260 días sin que el mostoleño apareciera en el once titular en el feudo madridista.

Hasta el choque de ‘Champions’ de anoche, solo en el torneo Santiago Bernabéu -que sirvió de homenaje a Raúl González- se pudo ver a Casillas bajo los palos que ha defendido habitualmente durante los últimos catorce años. Regresó ante el Copenhague, dentro de la estrategia de ‘Carletto’ de alternar a sus porteros, de momento, con López en la Liga e Iker en Europa.

Tras su desafortunado estreno en la Liga de Campeones en Estambul, cuando se tuvo que retirar lesionado a los 14 minutos tras un codazo de Sergio Ramos en las costillas, su regreso al coliseo blanco fue relativamente plácido pese a los intentos de un resuelto y en ocasiones atrevido pero impreciso campeón danés. Cierto es que una salida en falso del internacional provocó la ocasión más clara de los visitantes, un cabezazo de Jorgensen que se estrelló en el larguero. Tan cierto, como las grandes paradas que evitaron el gol de la honra de los nórdicos y que le valieron una gran ovación de una hinchada que demostró estar mayoritariamente del lado del ‘Santo’.

Pese a su casi testimonial presencia sobre el campo, su protagonismo era incuestionable. Sobre todo, por lo que podía decir después del choque. Casillas no se ha prodigado precisamente en los últimos meses en declaraciones a los medios de comunicación, salvo en algunos actos publicitarios. Como el del pasado martes, cuando se aconsejó «ser menos rencoroso» y afirmó que, ante una situación como la que está pasando, su actitud es «creer» en sus posibilidades, «no dudar» ni permitir que nadie le haga dudar.

Por tanto, su comparecencia tenía especial interés porque se esperaba que aclarara dudas y rumores sobre sus silencios y su futuro. Casillas fue claro al admitir que «a veces» se ha visto «fuera». El portero reconoció que comenzó «nervioso, contento y agradecido» y, aunque confesó que «en ocho meses se piensan muchas cosas», desveló que su idea es retirarse en el Madrid, aunque no sabe «qué pasará mañana». Pese a estos malos momentos, dejó claro que «lo importante es el Madrid y el escudo, no los jugadores» y confía en encontrarse con la afición y «celebrar títulos en la Cibeles».

Respecto a su relación con su compañero Diego López, el capitán insistió en que «la competencia es saludable» y le hace «apretar los dientes», y agradeció la confianza del entrenador. Explicó que para él es una satisfacción defender la camiseta de la selección pero que, para ello, todo pasa por jugar en el Madrid.