Una de las imágenes de la muestra. / RC
EXPOSICIÓN

Chris Killip, el fotógrafo de los invisibles

La mirada curiosa y comprometida del maestro británico ha retratado los estragos de la desindustrialización en el Reino Unido y a los olvidados por el sistema

MADRID Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

En las imágenes de Chirs Killip (Isla de Man, 1946) late el pulso de los grandes fotógrafos del siglo XX, de August Sander a Paul Strand, pasado por Eugene Atget o Walker Evans. El maestro británico es una figura fundamental de la escena fotográfica de la segunda mitad del siglo XX. Su magnífica obra era, sin embrago, mal conocida en España, una carencia que suple el Museo Reina Sofía con 'Trabajo / work', una excepcional antológica que repasa más de medio siglo de trayectoria de este hombre de mirada curiosa y comprometida que se propuso retratar a "los invisibles", aquellos a quienes el sistema olvida, deja en la cuneta y niega incluso el derechos a la visibilidad. "Killip muestra a los excluidos por la sociedad, a los más invisibles en un viaje de del paisaje natural al social" asegura Joao Fernandes, subdirector del Reina Sofía.

Ha seguido Killip la sufrida estela de estas gentes sencillas y trabajadoras desde que a mediados de los años sesenta del siglo pasado retratara a sus paisanos de la isla de Mann. Su trabajo, siempre en blanco y negro -con alguna tardía y tímida incursión en el color- y bajo las claves canónicas de la fotografía testimonial retrata la vida real y las condiciones sociales de la clase obrera británica en pleno proceso de desindustrialización.

"No me importa que coloquen a mi trabajo la etiqueta de fotografía social. Allá cada cual; pero me parece detestable que se la califique de documental" dice risueño este casi septuagenario profesor de fotografía en la universidad de Harvard para quien "las fotografías documentales son las que te sacaban la comisaría o las que utiliza una inmobiliaria pare vender una casa". El mismo se califica como "el fotógrafo de la cotidianeidad" y su trabajo es una referencia ineludible para sucesores como Martin Parr.

'Trabajo / work', en cartel en el Reina hasta el próximo 24 de febrero, repasa el trabajo de Killip bajo el criterio de Ute Eskildsen, comisaria de la muestra y responsable de la selección que incluye 107 fotografías en blanco y negro que recogen escenas cotidianas de la vida en el Norte de Inglaterra entre los años 1968 y 2004. Incluye un documental sobre la vida y la obra de Killip premiado en Sundance y que optará a los Oscars. El Reina Sofía la organiza en colaboración con Museum Folkwang, Fotografische Sammlung, de Essen (Alemania), donde se pudo ver en la primavera de 2012.


Márgenes

Durante décadas el fotógrafo británico se sumergió en las zonas rurales del Norte de Inglaterra, convivido con sus gentes y centrado en un retrato con proximidad que testimonia la dura vida real de quienes habitan los márgenes del espectro social, sus relaciones con sus semejantes su entorno. Unos parajes que la realidad ha transformado o eliminado, "como a muchas de las personas que he retratado en lugares que hoy son una especie de campo de golf" lamenta.

"A veces uno no sabe por qué está en los lugares, pero el paso del tiempo da sentido a los encuentros con gentes que me ayudaron desinteresadamente que poco después murieron, como un joven del pueblo pesquero de Skinningrove que fue mi ángel de la guarda o una joven a la que retraté haciendo equilibrios circenses y que, tras caerse y sufrir daños cerebrales, recurrió a mi foto para ganar un proceso judicial".

Killip, que comenzó su carrera en Londres como ayudante de fotógrafos de publicidad, se ganó el respeto de gremio con los retratos y los paisajes de su isla natal y testimonio brutales cambios sociales que se produjeron en los sesenta. En 1972 fue elegido por el British Arts Council junto a otros siete fotógrafos para fotografiar las ciudades de Huddersfiel y Newcastle. Rerató la inglaterra industrial y los pequeños pueblos pesqueros con modestas viviendas y astilleros.

Con la serie 'Costa' recorre en los setenta los lugares de veraneo más populares y accesibles para las clases trabajadoras, tomando Newcastle como base de operaciones entre 1975 y 1988. Son años en los que retrata las manifestaciones y huelgas de los mineros del carbón ante la salvaje reconversión de la era Thatcher, la emergencia del punk y los desvelos los trabajadores de la fábrica de neumáticos de Pirelli de Burto-on-Trent.

Desde 1991 Killip es profesor de fotografía en la Universidad de Harvard. Sus fotos figuran en distintas colecciones permanentes de prestigiosos museos como el MoMA, de Nueva York, el Fine Arts Museum, de San Francisco; el Museum Folkwang, de Essen; el Stedelijk, de Amsterdam; o el Victoria and Albert, de Londres.