NUEVOS DISPOSITIVOS

El QX10 de Sony, a prueba

La marca japonesa ha dado un giro a la fotografía móvil con estas lentes que se controlan desde el 'smartphone'

MADRID Actualizado: Guardar
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¿Quién dijo que la mejor cámara para el móvil tenía que estar necesariamente dentro de tu 'smartphone'? Sony ha querido dar un giro a este fenómeno de la fotografía con el QX10 - y su 'hermano' mayor el QX100-, una lente que permite tener en el teléfono las prestaciones de una cámara compacta. Este nuevo 'gadget' fue presentado en la pasada IFA que se celebró a principios de este mes en Berlín y fue definido por muchos como lo más innovador de una de las ferias más importantes del almanaque tecnológico. Mientras Samsung apostó por el modelo 'Galaxy S4 Zoom' y Nokia por el 'Lumia 1020', la factoría nipona decidió abrir otro canal en la cada vez más intensa convergencia entre fotografía y telefonía móvil con este dispositivo de apenas 90 gramos de peso.

El QX10 ofrece una resolución aproximada de 18,2 megapíxeles, algo menos que los 20,3 del QX100, equipado con óptica de la firma Carl Zeiss (28-100 mm). Sin embargo, este modelo ofrece un zoom de diez aumentos que se convierte en uno de sus grandes atractivos. Ambos permiten grabación de vídeo mp 4 a 30 frames por segundo en formato 1440 × 1080.

El funcionamiento es francamente sencillo. Todo se hace a través de la aplicación 'Play Memories', la misma que sirve como complemento a algunas de las cámaras compactas de la marca. El objetivo y el teléfono se comunican a través de WiFi Direct -se nota un pequeñísimo desfase entre lo que se enfoca con la cámara y lo que uno ve- a través de la pantalla del móvil uno puede controlar el encuadre y algunos ajustes de la toma. En el caso del QX10 (que cuenta con tres modos de uso) no permite fijar, por ejemplo, el ISO. Sin embargo, el disparador y el zoom también se pueden utilizar independientemente con los botones físicos.

Un pequeño contratiempo es que cada vez que uno sale de la aplicación se interrumpe la comunicación entre ambos dispotivos y hay que volver a conectarlo, algo que en caso de tener NFC en el teléfono se convierte en una tarea facilísima. Otra de las cosas que se echa en falta es la sincronización con el flash. Y es que durante el día y en espacios abiertos los resultados son óptimos, algo que no ocurre cuando la luz escasea. Este punto podría ser solucionado en un futuro cercano en una actualización de la aplicación o con una nueva, puesto que los de Tokio han abierto la API a terceros desarrolladores.

Ambas lentes son compatibles tanto con terminales que funcionen con Android e iOS (con el iPhone 5da muy buen resultado, una pena que no tenga NFC). Para su teléfono Xperia Z1 -se prevé que llegue para más modelos-, Sony ha lanzado una carcasa para encajarlo de manera sencilla pero el objetivo incluye una 'pinza' que permite acoplarlo a otros teléfonos de otras marcas. Lo interesante también es que se puede utilizar a distancia, para obtener un ángulo imposible de otra manera.

Sobre el almacenamiento de las fotos, cuenta con una tarjeta microSD y en el momento de la toma se envía una copia de menor peso al teléfono, pensando en que pueda ser compartida fácilmente por Whatsapp, redes sociales o mail. También se puede configurar para recibir directamente el original en la memoria del teléfono, pero eso conlleva una espera menor. La batería no parece una gran preocupación, ya que en las pruebas ha demostrado un buen nivel de autonomía. Las diferencias entre el QX10 y el QX100 -que da un poco más de libertad en lo que se refiere a los ajustes manuales- se resumen en el precio. El modelo más básico cuesta 199 euros mientras que el superior se marcha hasta los 485 euros.