Sociedad

Shanghái, una 'gatera' para Facebook y Twitter

El Gobierno chino hace una prueba y permite el uso de las redes sociales estadounidenses en la zona de libre comercio

MADRID. Actualizado: Guardar
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Shanghái es desde ayer un pequeño oasis de 28,78 kilómetros cuadrados en el inmenso océano de la censura China. La zona de libre comercio de esa ciudad se puso ayer en marcha, según el propio Gobierno de Pekín, en un movimiento «crucial» para adaptarse a la economía global, explorar «un nuevo camino hacia la apertura del país, promoviendo la transformación de las funciones gubernamentales». Y es que, entre otras cosas, esta nueva área que abarca los barrios de Waigaoqiao, Yangshan y Pudong permitirá conectarse a internet con muchos menos controles que en el resto de la geografía del gigante asiático. Esto supone un auténtico soplo de aire fresco en el marcial veto que mantiene el Partido Comunista hacia algunos gigantes de la Red, como Twitter o Facebook, entre otras.

Estas dos redes sociales llevan bloqueadas en China desde hace cuatro años, cuando fueron culpadas de ser el combustible que ayudó a propagar las revueltas de Xinjiang. Para poder actuar en este escenario, Google firmó en su momento un pacto en el que restringía numerosos términos y búsquedas relacionados con la disidencia. El New York Times también vio como sus informaciones se quedaban en el limbo digital, inaccesibles desde Pekín o cualquier ciudad del gigante asiático. Todo porque la 'Dama Gris' informó de como los familiares del ex primer ministro Wen Jiabao habían amasado una gran fortuna gracias a su relación con el mandatario. Unas salomónicas decisiones que han creado un ecosistema en el que las plataformas de internet occidentales han sido imitadas por servicios autóctonos como Weibo -una especie de Twitter de ojos rasgados- que han cosechado un tremendo éxito.

Este histórico agujero en la bautizada como 'la Gran Muralla de la censura' es una medida pensada para los empresarios internacionales. «Para conseguir que las compañías extranjeras que inviertan y permitir que los extranjeros trabajen de manera feliz en la ZLC, hay que hacer que se sienta como si estuviesen en su casa. Si el acceso a Facebook no está disponible o no pueden leer The New York Times, es posible que no piensen que la zona es especial en comparación con el resto de China», afirmó al South China Morning Post un funcionario del Gobierno relacionado con el asunto.

Desde su anuncio, muchos lo han visto cómo una especie de prueba de laboratorio que en caso de funcionar se aplique en otros lugares. Sin embargo, pocos confían, y más después de escándalos como el 'caso Snowden', que las autoridades vayan a relajar la vigilancia sobre los usuarios de internet.