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Sociedad

Sangre, racismo y avaricia en el Ártico

'El último lapón' es la primera novela del periodista, excepcional conocedor de las tradiciones del pueblo sami El escritor Olivier Truc recurre a la novela negra para denunciar la salvaje colonización de la tundra

MIGUEL LORENCI
MADRID.Actualizado:

«El racismo y la xenofobia hacia los lapones existe, es un problema muy real». Lo asegura el periodista francés Olivier Truc (Dax, 1964), corresponsal en Escandinavia de 'Le Monde', 'Le Point' y otros grandes medios franceses. Con base en Estocolmo desde 1994, trató a Stieg Larsson y es un excepcional conocedor de la realidad del pueblo sami, lapones para el resto del mundo. Lo que comenzó como una serie de reportajes para 'Libération' sobre la etnia que habita remotas y gélidas latitudes árticas, su ancestral forma de vida y la curiosa Policía de los Renos, derivó en un documental y después en la primera novela de Truc, 'El último lapón' (Destino).

Es una intriga en torno al brutal asesinato de un pastor de renos en el corazón helado de la tundra. Una trama que se remonta a los orígenes de este milenario pueblo nómada y que, al tiempo que desvela su compleja idiosincrasia y algunos de sus secretos, denuncia la implacable y salvaje colonización del norte helado, el expolio de sus ricos recursos naturales y el desprecio de sus conciudadanos, sajones y puritanos del sur, hacia esta milenaria etnia.

«España es el segundo país en que se publica la novela, que aparece el año que viene en Suecia, y en unas semanas en Noruega y Finlandia y otros siete países. Quizá entonces tenga que pedir asilo político aquí», bromea Truc, que se ha servido de la eficaz herramienta de la novela negra para denunciar la colonización «pura y dura» de Laponia y derrumbar de paso el mito de la Escandinavia respetuosa con los derechos de las minorías y gran valedora de la igualdad y los derechos civiles.

Los sami son supuestamente ciudadanos de pleno derecho, pero la realidad es que son despreciados por muchos escandinavos. «Lo vi claro cuando un movimiento de indignados organizó una protesta contra una mina de hierro en el corazón de la Laponia sueca. Hay una guerra entre la industria minera que explota los recursos y un modo de vida tradicional. Internet se llenó de comentarios racistas». «El problema es real. La extrema derecha quiere que les recorten los derechos y consideran que hay discriminación inversa, que se les trata mucho mejor que a los suecos y los noruegos de a pie», denuncia Truc.

Cara oculta

Para penetrar en ese mundo insondable, Truc ha creado una pareja de policías, un clásico en el mundo de la intriga y la novela policíaca, que recuerda a los Bevilacqua y Chamorro de Lorenzo Silva. Klemet Nango es un oficial de la específica Policía de los Renos -que existe solo en Noruega y que Truc extiende a toda Escandinavia- con sangre sami en su venas y un mar de contradicciones. Le da réplica Nina Nanmse, una novata rubia con cabello de oro y ojos de acerado azul destinada a esta desangelada latitud ártica desde el rico y desentendido sur noruego, que desconoce todo sobre este pueblo nómada, la única etnia aborigen nórdica.

Truc sabe de qué habla. Pasó varios meses entre los sami, en la inacabable noche polar rota por bellas auroras boreales. «Dormí, comí y viajé con ellos, moviendo rebaños de renos en motos de nieve», explica. Conoció de primera mano los conflictos entre los pastores de renos, los agricultores de las tierras de pasto, y la avara industria energética que busca valiosos recursos en la tundra. «Los sami me mostraron sus tradiciones, me contaron sus historia, me desvelaron la Laponia oculta y dinamitaron esa visión glamurosa e idílica de trineos y nieve que exportan los países nórdicos, tan presuntamente respetuosos con unas minorías a las que maltratan».

Los motores de la historia son el asesinato del pastor sami Mattis y el robo de un tambor ritual de un chamán, todo un símbolo del histórico expolio y el desprecio hacia una cultura ancestral. «En todo el mundo existen 71 de estos tambores rituales a través de los cuales los lapones establecen contacto con sus dioses. No hay ni uno en Laponia. Están en museos de Oslo, Estocolmo y en colecciones privadas de Alemania. Recuperarlos es una vieja reivindicación de los sami», asegura Truc.

«La novela negra se ha inventado para los periodistas frustrados», argumenta divertido Olivier Truc. «Soy periodista desde hace 30 años y mi religión son los hechos, de modo que es formidable disponer de un marco como la novela de intriga para profundizar en los temas que apenas se apuntan en informaciones y reportajes», dice Truc. Confiesa no ser un gran lector de novela policíaca, pero con su irrupción en el género ha logrado el premio de los lectores Quai du Polar y el Prix Mystère de la Critique 2013 y anuncia que seguirá con la saga.

Con esta ficción policíaca quiso contrarrestar el desinterés de la prensa escandinava por la cultura lapona y denunciar la dualidad de un discurso oficial que, lejos de defender los derechos de un pueblo y una cultura olvidada, se apropia con avaricia de sus ricos recursos naturales. «Estallará el conflicto entre la industria minera que se apodera de los pastos y los ganaderos que pastorean renos desde tiempo inmemorial», vaticina. Para Truc, sufren una colonización salvaje, por más que suecos noruegos y finlandeses, tan críticos con otros abusos colonizadores «no quieran ver la viga en su propio ojo y expolien con codicia sus recursos durante siglos».