QUIEN LEE VIVE MÁS
Actualizado: GuardarDice un proverbio hindú que un libro abierto es un cerebro que habla. Uno cerrado es un amigo que espera. Si lo olvidamos un alma que perdona, y si lo destruimos, un corazón que llora. Así que leyendo este proverbio me acerqué esta semana a la Casa del Lector en Madrid, para asistir a la presentación de un pequeño libro 'Quién lee. Vive más'. Sólo hay que abrir sus páginas, echar una ojeada sin leerlas en profundidad, para apreciar el amor que el autor siente por los libros.
Para esos libros del silencio; de la soledad; de la alegría, de la amistad, del deseo o del tiempo pasado. Prosa poética que lleva la firma de Javier Lostalé, periodista y poeta con el que compartí muchas horas en Radio Nacional. Javier se emociona cuando habla de los libros y toda esa emoción la ha trasmitido a las páginas de este pequeño libro que se hace grande con su lectura.
Está claro que quién lee vive más, como seguramente le ocurrirá a Lorenzo Silva, un profesional serio y riguroso de la literatura que tan pronto puede llevarnos por las tramas más negras como abogar por el necesario entendimiento entre españoles y marroquíes. Lo detalla en su nuevo libro "Siete ciudades en África. Historias del Marruecos español", que acaba de publicar la Fundación José Manuel Lara en su colección "Ciudades andaluzas en la historia".
Unas ciudades, Ceuta, Melilla, Larache, Tetuán, Xauen, Nador y Alhucemas que tienen la huella de la presencia española. Lorenzo Silva explicó en rueda de prensas en Madrid que «él ha querido contar otra historia a la más conocida de guerras o disputas, porque España ha construido buena parte de Marruecos. He querido -dijo- esas construcciones, esa estructura, esos edificios, que hacen que se junten las culturas para construir algo. Todas estas ciudades tienen voz propia, son ellas las que nos lo cuentan»·.
Lorenzo Silva quien nos comentó que tiene en su biblioteca más de cuatrocientos libros sobre Marruecos y la presencia española, cree en el necesario entendimiento entre marroquíes y españoles y sigue preguntándose por qué no hay un puente que una esos catorce kilómetros que separan España de Marruecos. Con todo ese dinero gastado en estaciones de ave o aeropuertos fantasmas se podría haber construido un puente que acercase a España, a Occidente a Marruecos y al mismo tiempo contribuir que haya mayor celeridad en ese paso del estrecho que cruzan millones de personas.
También debe leer, cambiando de tema, Álex de la Iglesia, apasionado del ocultismo o la brujería desde que asistía a las clases de Filosofía de la Universidad de Deusto. 'Las brujas de Zugarramurdi' de la que hemos oído hablar mucho antes de su estreno, es un divertimento trepidante que no decepcionará a los muchos seguidores que tiene este realizador vasco y a quienes muestran alguna reticencia hacia su cine. Sus «brujas» son divertidas, gamberras y con unos efectos especiales que no tienen que envidiar a nadie. Una película que busca público y ojalá sea así, porque ello ayudaría a aliviar los pésimos resultados del cine español, que a falta del último trimestre del año sigue con una sangría constante en el número de espectadores.
Decíamos al principio que quien lee vive más, pero para ayudar a otro sector en crisis, creo que también quien va al cine vive tanto como el que lee.