La Universidad abre sus puertas
La primera edición de la 'Noche de los Investigadores' supone un ejemplo de cómo mostrar la cara más humana, práctica y amena de la educación superior
Actualizado:La Universidad de Cádiz dio ayer una lección. Debiera ser la norma pero la de anoche fue pública y abierta, sin aulas ni programación, ante el público con o sin matrícula. La comunidad universitaria gaditana celebró la primera 'Noche de los Investigadores' con más de 300 personas. Fue la bienvenida a una convocatoria en la que los ciudadanos, sean o no alumnos, pueden disfrutar de los encuentros programados con los investigadores, con la más diversa temática, y en otras 19 actividades, entre lúdicas y académicas, repartidas entre el Parque Genovés y el Baluarte de La Candelaria.
Esos debates abiertos con expertos también dejan sitio a siete talleres dirigidos especialmente a niños. En todos los casos, el estudioso, el docente, es el protagonista y difunde su conocimiento a los que quieran escuchar. Entre los temas a estudio, o debate, o simple curiosidad, están los secretos del atún rojo, de los misterios del cosmos, la meteorología o los océanos; e incluso el paisaje salinero de la Bahía de Cádiz durante la Edad Media.
Con este gesto, la Universidad luce la cara más didáctica, más amena, interesante y humana de la investigación gracias a la conversación real y directa con los más entendidos de la temática propuesta.
Estas lecciones informales se convierten en un gran ejemplo del servicio que realiza la ciencia a la sociedad y del impulso insustituible que para los científicos debe suponer la educación superior. Pocas iniciativas mejores que abrir las puertas, salir de los muros y saludar a los ciudadanos para mostrar la mejor faceta del conocimiento.
Bien haría la Universidad de Cádiz en repetir este tipo de actividades hasta convertirlas en habituales en una nueva etapa de complicidad con la ciudadanía.