Mas forja un amplio pero frágil consenso en torno al derecho a decidir
Las hostilidades ya se han desatado entre los dos socios de CiU e irán a más hasta fin de año por la pregunta de la consulta
Actualizado:Con los votosde CiU, Esquerra, PSC e Iniciativa per Catalunya, es decir, el 77% de los escaños de la cámara, el Parlamento catalán aprobó ayer la resolución que insta a la Generalitat a establecer un diálogo con el Estado para «acordar las condiciones legales» que permitan al pueblo catalán ejercer su «derecho a decidir».
El texto, que ni siquiera incluía los términos consulta y estado propio, fue rebajado por CiU y Esquerra para que pudiera ser suscrito por el mayor número de de fuerzas. El presidente de la Generalitat quería trasladar a Mariano Rajoy una imagen de una cámara catalana unida y logró el objetivo, un apoyo de más de tres cuartas partes del hemiciclo, una cifra similar a la que ofrecen las encuestas entre los ciudadanos.
Es la respuesta unitaria que buscaba como réplica a la carta que envió el presidente del Gobierno justo después de la Diada del 11-S. El consenso de mínimos es ahora muy amplio, solo PP y Ciutadans no están a favor de la consulta, pero se romperá muy pronto. Su permanencia no irá más allá de fin de año. Y es que, además de la resolución sobre el ejercicio del derecho a decidir, CiU, ERC, ICV y la CUP, ya sin el PSC, aprobaron otra en la que dan un ultimátum a Rajoy y advierten al presidente del Gobierno de que el diálogo iniciado con Mas caducará en tres meses. Para las Navidades, esos cuatro partidos fijarán la fecha y la pregunta de la consulta prevista para 2014. Ahí, en ese proceso negociador, es donde se espera que se rompa el frente común y donde podría fracturarse CiU.
De hecho, ayer, horas antes de que el Parlamento catalán aprobara la tercera resolución en nueve meses a favor del derecho a decidir, las hostilidades ya habían empezado. Mas y Duran, líderes de Convergència y de Unió, se han comprometido a llegar juntos hasta la consulta. Pero nadie se atreve a poner la mano en el fuego de que así será. Ni siquiera el propio dirigente democristiano descarta nada. «No me planteo la ruptura con Convergència, pero los hechos pueden llegar a situaciones que uno no desea», lanzó Duran como aviso a navegantes.
Mas dio el jueves el carpetazo a su propuesta de una tercera vía alternativa a la independencia y al inmovilismo, desde Unió Democrática no tardaron en lanzarse en tromba y dejaron claro al presidente catalán que no piensan ponérselo fácil. El pulso entre Convergència, Esquerra Republicana y Unió será constante en estos tres meses porque los dos primeros quieren fijar la consulta cuanto antes, con una pregunta inequívoca sobre el estado propio y que solo pueda ser respondida con un sí o un no. Duran, en cambio, tratará de aplazar todo lo que pueda la convocatoria y apostará por un referéndum más abierto, incluso con varias preguntas y tres respuestas como mínimo. «Madrid autorizará o no la consulta en función de cuál sea la pregunta», expresó Duran. Un solo interrogante sobre la independencia sería la victoria de Esquerra y no será aceptada por el Gobierno de Rajoy, dijo.
Si, no o en blanco
El duelo ya está servido entre Duran y Oriol Junqueras y el que tendría que ejercer de bisagra, Convergència, ha tomado partido muy rápido. «Una pregunta, Estado propio. Tres respuestas: sí, no o en blanco», señaló con retranca el secretario de Organización de CDC, Josep Rull. Mas, en cualquier caso, abrió la puerta a la vía Duran de una consulta con tres opciones diferentes, la independencia, un mayor autogobierno para Cataluña sin salir de España y mantener el Estado autonómico. Lo que está por ver si lo hizo de manera sincera o para contentar al dirigente democristiano. Porque sabe que Junqueras, que tiene la llave de la gobernabilidad, no pasará por ese aro.
Los socialistas también se apuntan a la propuesta de Unió, ya que tal y como dijo el expresidente de la Generalitat, José Montilla, plantear solo la dicotomía entre independencia sí o no podría llevar a Cataluña a una «fractura» quizá «irreversible».
Además, CiU y ERC, que cada día que pasa muestran mayor sintonía, acordaron presentar una iniciativa conjunta en el Congreso «con carácter urgente» para que el Estado haga posible la consulta. Las presión para la Moncloa cada vez es mayor, pues, según advirtió Duran Lleida, «si nadie se pone a hablar es muy posible que esta vía acabe en una declaración unilateral de independencia». CiU y ERC pactaron además impulsar la Hacienda propia, el banco público y la Seguridad social catalana.