¿LOS ÚLTIMOS DE LA AUSTERIDAD?
Actualizado: GuardarEs posible que los Presupuestos Generales del Estado para 2014 sean los últimos de la austeridad. El presidente Rajoy anunció que 2012 cerró con un déficit del 6,8%, dos décimas por debajo de lo proyectado. Y se plantean hacerlo para el próximo año bajo un crecimiento del 0,7% del PIB, aunque el Gobierno estima que podría ser del 1%. El gasto tiene un incremento del 2,7%, debido a un aumento de la aportación a la Seguridad Social. Se ha producido además una pérdida de ingresos disponibles y una «devaluación interna», que algunos pedían para competir en los mercados internacionales.
La partida de pensiones crece más del 4% por la entrada de pensionistas con prestaciones medias más elevadas, pero las partidas más importantes son las que provocaron la crisis. Los fondos para prestaciones por el paro tienen una dotación de 34.000 millones de euros, por encima de la de 2013. La carga de intereses, que supera ya la cobertura del paro, en 2014 puede bajar hasta 36.590 millones, frente a los 38.615 de este año. Puesto que la deuda viva tiene todavía intereses elevados, la reducción de la prima de riesgo influye en la reducción del coste medio de la deuda. Lo que es causa de preocupación es la espiral en la que hemos entrado. Pagamos menos por la deuda que vence, pero aumentamos de una forma desproporcionada la deuda viva, que al cierre de 2014 puede llegar a un nivel que rompe todas las previsiones y es un nuevo record: en torno al 96% del PIB.
Para concluir, para un techo de gasto para 2014 de más de 133.000 millones, la cobertura del paro y los intereses de la deuda pública vencida representan casi el 53%. Según el Banco de España, la reforma laboral provocó una reducción de los salarios. Quizá no sería descabellado suponer que también bajaron las cotizaciones a la Seguridad Social. Un bucle preocupante, que solo el crecimiento puede desarmar.