Un ‘extraterrestre’ en el mundo del Barça
El debate de la posesión le ha servido a Martino para conocer a los depredadores del entorno, pero tiene personalidad y la confianza de los jugadores para tomar decisiones, incluso con Messi
BARCELONA Actualizado: Guardar«Esto es el Barça, el único club del mundo que gana 0-4 y se crea un debate por la posesión. Aquí no vale ganar y punto. La gente también pide espectáculo. Todos sabemos como funciona. Para los que todavía no lo sabían, como el Tata Martino o Neymar, que han llegado este año, esto es el Barça. Ya están presentados». Las palabras de Gerard Piqué tras la victoria sobre la Real Sociedad (4-1), esta vez con buen fútbol y posesión al gusto de los puristas (67%), revelan lo mucho que le habrá costado explicarle a Neymar la crítica general del entorno a la presunta traición al estilo de toque azulgrana.
El brasileño, que ha ganado la Copa Confederaciones, y ha ofrecido su mejor versión con Scolari renunciando al balón en la final ante España y un país tan futbolístico como el suyo entregado a la propuesta y al resultado, debe sentirse como un extraterrestre. Él, por su enorme calidad que ya está mostrando de forma progresiva, se adapta a todo. Y Martino, el otro ‘marciano’, el paracaidista que aterrizó de repente en el Camp Nou, como él mismo se definió en sus primeros días, tiene bonitas palabras para contentar a los defensores del ADN culé, pero también se advierte ya una personalidad futbolística que conecta con los jugadores y que le servirá para plantear los partidos como a él le venga en gana.
El Tata ya ha igualado el mejor inicio histórico del Barça en la Liga con seis victorias consecutivas y el sábado tiene la posibilidad de quedarse el registro en propiedad en Almería. Ningún técnico sumó siete victorias seguidas. El equipo andaluz , necesitado de puntos, lo pondrá difícil, pero se intuye que la plantilla azulgrana está muy motivada para dar una alegría a un tipo en el que creen. La pasada temporada, tras la semifinal ante el Bayern en la ‘Champions’, desde dentro y desde fuera del vestuario se exigió que el Barça del futuro tuviera alternativas contra equipos que se aprovechaban de su osadía de tocar y tocar en campo contrario con la defensa avanzada, en esa zona donde una pérdida es una contra letal.
El Madrid de Mourinho ya había encontrado la fórmula (aquel 1-3 copero hizo mucho daño), el Milan le imitó en San Siro (un 2-0 que hubo que remontar), el Bayern lo ejecutó a la perfección con un 7-0 global y la selección de Brasil devoró al centro del campo del Barça y de la selección es la Copa Confederaciones jugando a lo mismo. Sí, aunque les cueste decirlo para no disgustar a los influyentes ‘cruyffistas’ y ‘guardiolistas’ del entorno, hasta Xavi, Iniesta, Piqué y compañía valoran tomar algunas precauciones tácticas. No se trata de traicionar nada, pero se ha acabado ser un ‘pardillo’ en el campo.
El Atlético sufrió el cambio
Simeone fue el primero en averiguar que algo había cambiado. Ahí estaban Mario, Koke, Gabi, Arda, Diego Costa o Villa, todos armados con el cuchillo en los dientes, seguros de su mayor fortaleza física y de su superior agresividad deportiva, esperando unos pocos metros en campo propio que los endulzados Xavi, Iniesta, Cesc, Messi y hasta Busquets cayeran en su trampa. Y así llegó aquel 1-0 de Villa en la ida de la Supercopa, pero Martino decidió que no daría más facilidades y pidió pases largos de los centrales a los extremos, obligando a la línea de presión rojiblanca a retrasarse para tapar las segundas jugadas. El Barça fue menos estético, pero se llevó el título. Y será más artístico cuando vea que el rival le permite jugar como antes. Se trata de leer los partidos, no creerse el ombligo del mundo con el balón y ser inteligente.
A Martino lo del debate de la posesión le cansa más que le perturba. Sin embargo, su relación deportiva con Messi sí le provoca algún quebradero de cabeza. Todavía no ha pasado nada, pero el técnico argentino tiene la suficiente información como para saber que en ese asunto sí tiene que hilar muy fino. Que no le saludara cuando le sustituyó en el minuto 80 ante la Real es sólo una leve señal. El ‘10’ sí estrechó sus manos con las de Sergi Roberto, el canterano que le sustituyó, por lo que tan enfadado no se iba, pero a Martino ni le miró. Los dos lo hablaron tras el partido y lo aclararon. Todo se resume en que el ‘10’ quiere jugarlo todo porque es un animal competitivo que si puede marcar 60 goles en la Liga no se conforma con los 50 de hace dos campañas. Pero hay que prevenir lesiones y esfuerzos gratuitos en partidos resueltos. En sus charlas intersemanales -el Tata lo habla todo con sus jugadores-, Messi asiente y lo entiende. Pero cuando está en el campo se transforma y le cuesta salir. No hay problema, pero Martino deberá calibrar bien si puede haberlo en un futuro.