Kenia reza por la suerte de los rehenes de Al-Shabab
El ejército controla todos los niveles del centro comercial asaltado en Nairobi, sin conseguir aún acabar con la resistencia de los terroristas
Actualizado:Las fuerzas armadas kenianas lanzaron ayer una operación para desalojar a los terroristas de Al-Shabab que permanecían en el centro comercial Westgate desde el pasado sábado. Fuentes gubernamentales afirmaron que se habían ocupado todas sus plantas y se rastreaba el interior del edificio para capturar a los últimos radicales, tras haber abatido a tres y capturado a diez sospechosos. Según el ministro del Interior, Joseph Ole Lenku, existían pocas posibilidades de que los agresores pudieran escapar del local, rodeado por las tropas. El último balance oficial habla de 62 muertos, entre ellos tres miembros de los comandos; 175 personas hospitalizadas y 1.000 liberadas del interior del 'mall', situado en uno de los barrios acomodados de la capital Nairobi.
El número final de víctimas puede ser mucho más elevado ya que Cruz Roja apunta la existencia de 63 desaparecidos y se desconoce el número de rehenes todavía en poder de los guerrilleros. Un sobrino del presidente Uhuru Kenyatta pereció en el asalto y una de sus hijas consiguió salir ilesa de las instalaciones. La relación de fallecidos incluye ciudadanos de Gran Bretaña, Francia, Holanda, Sudáfrica, India y China. El Westgate es frecuentado por la elite local y la comunidad de expatriados.
La televisión nacional mostraba a última hora de la tarde una densa columna de humo que se alzaba sobre el complejo e incluso llamas que provenían de sus instalaciones, aunque las autoridades también señalaron que los bomberos habían conseguido dominar el incendio, provocado por los propios milicianos como una maniobra de distracción. La jornada de ayer estuvo marcada por la sucesión de grandes explosiones y el eco de tiroteos. Además, las fuerzas de seguridad dispersaron a la multitud congregada en torno al lugar de los hechos en previsión de que se tratara de grupos de presuntos saqueadores. Los espectadores respondieron con piedras, lo que aumentó la confusión alrededor del centro sitiado.
Ayuda internacional
El debate sobre las condiciones de seguridad se alza como un tema controvertido, aun antes de que haya finalizado la crisis del centro comercial. La inoperancia de los servicios de seguridad y la falta de una respuesta inmediata de la Policía ante el ataque ya ha generado una intensa polémica en el país. Estados Unidos e Israel, tradicionales aliados del gobierno keniano, parecen haber cooperado en la respuesta del Ejército, informado desde hace meses de la posibilidad de una operación de estas características.
La procedencia de los asaltantes es otra de las cuestiones que genera interés en los medios de comunicación. La autoría de Al-Shabab, grupo somalí vinculado a Al-Qaida, no ha acabado con la sospecha de que se trate de comandos de diversa procedencia. Algunos diarios británicos atribuyen a Samantha Lewthwaite, la denominada 'Viuda Blanca', cierta participación en la elaboración del ataque. La viuda de uno de los participantes en los atentados de Londres en el 2005 es una británica islamizada que pasó a la clandestinidad poco después del suceso. Los servicios secretos ingleses sostienen que se halla en el territorio controlado por los islamistas.
El jefe del Ejecutivo keniano ha solicitado a la comunidad internacional que no se estigmatice a su país, hasta ahora considerado un destino turístico seguro, a pesar de que Al-Shabab ya ha actuado contra sus resort de lujo costeros. Las venganzas contra la comunidad somalí es otro de los asuntos que preocupa a la Administración. Kenia cuenta con un millón de habitantes de esta procedencia y varios cientos de miles de refugiados. El barrio capitalino de Eastleigh, también denominado 'Pequeña Mogadiscio', está habitado casi exclusivamente por familias que huyeron de la descomposición del país vecino. El creciente acoso de la Policía y las tensiones sociales con la mayoría negra, pero también la aparición de nuevas oportunidades en su tierra de origen, están provocando un nuevo éxodo de sus habitantes.
Militares israelíes llevaron a cabo un rescate en el aeropuerto ugandés de Entebe, para liberar a 105 pasajeros de un avión de 'Air France' secuestrado por palestinos. En la operación murió el teniente coronel Jonathan Netanyahu, hermano del actual primer ministro.