Los Hermanos Musulmanes vuelven a la clandestinidad
El Gobierno egipcio prohíbe las actividades del grupo islamista y ordena la congelación de sus fondos
Actualizado:En el nuevo Egipto surgido tras el golpe militar del 3 de julio no hay espacio para los Hermanos Musulmanes. La corte de Asuntos de Urgencia de El Cairo prohibió las actividades del grupo islamista y ordenó la congelación de sus fondos y propiedades inmobiliarias, un paso más de las autoridades interinas contra una Cofradía que en un año ha pasado de la presidencia a la ilegalización. Con sus medios afines clausurados y los portavoces encarcelados, su reacción llegó a través de su cuenta de Twitter, que se administra desde fuera de Egipto, en la que subrayaron que «estaremos siempre presentes sobre el terreno, sirviendo al pueblo, pese a esta orden, ¿cómo puede alguien poner en duda nuestra legitimidad después de 85 años de existencia?»
La decisión de la Justicia afecta a las actividades de la ONG que la Cofradía inscribió en el registro de organizaciones no gubernamentales en 2012, un paso que dio la Hermandad en su proceso de apertura hacia la sociedad para intentar acabar con la fama de secretismo que le rodea desde su nacimiento en 1928. Los islamistas publicaron incluso su esquema piramidal, desde los barrios al Consejo del Guía, y los nombres de los responsables de cada peldaño salieron a la luz, lo que ha facilitado la labor de las fuerzas de seguridad que desde hace dos meses tienen luz verde para encarcelarlos bajo la acusación de pertenecer a un «grupo terrorista». Según sus abogados hay más de 8.000 detenidos.
La ilegalización de la ONG registrada por la Cofradía supone una medida simbólica ya que a nivel práctico el grupo se encuentra descabezado e ilegalizado de facto desde el 3 de julio cuando los militares, con el pretexto de la movilización de millones de egipcios tres días antes, detuvieron a Mohamed Mursi. El primer presidente elegido de forma democrática de la historia de Egipto se encuentra desde entonces detenido en un lugar desconocido. El Guía Supremo del grupo, Mohamed Badie, y sus dos asistentes más cercanos, Jairat el-Shater y Rashad Bayumi, están acusados de inducir al asesinato de manifestantes y el 29 de octubre deberán comparecer ante la Justicia.
Tras el golpe del 3 de julio y los brutales desalojos de las acampadas de apoyo a Mursi a mediados de agosto en El Cairo, que dejaron un millar de muertos, los hermanos volvieron a una clandestinidad con la que han convivido durante la mayor parte de su historia. Desde que Gamal Abdul Naser les ilegalizara en 1954 comenzó su relación imposible con el otro gran poder del país, el Ejército, que es quien se ha impuesto en este último combate librado en verano.
La ilegalización y la ejecución de sus líderes a lo largo de sus 85 años de historia no han evitado que su ideología se haya extendido por todo el mundo y que en Egipto el trabajo de sus organizaciones caritativas sean básicas para la subsistencia de millones de personas en las zonas rurales. Los Hermanos Musulmanes cuentan con organizaciones afines en 75 países, no hay coordinación administrativa entre ellas, pero las directrices espirituales parten del Consejo del Guía de Egipto.
Luego en cada país la hermandad forma sus propios partidos, con nombres distintos, y adapta su política a las circunstancias correspondientes. El Partido de la Libertad y la Justicia egipcio, liderado por Mursi y ganador de las últimas elecciones generales, seguirá los mismos pasos de la Cofradía ya que la nueva Constitución prohíbe las formaciones con base religiosa.