Bruselas se aferra a la 'gran coalición'
Los socios comunitarios confían en que Merkel, muy reforzada en sus tesis, ceda en su férrea austeridad por la influencia de un pacto con los socialdemócratas
BRUSELAS. Actualizado: Guardar«Muchos en Europa confían en que tras las elecciones haya un cambio en las posiciones alemanes... Yo no lo esperaría». El mensaje se convirtió en uno de los muchos jarros de agua fría que cayeron sobre las economías del Sur semanas antes de la esperada cita electoral. Pragmatismo, frialdad, austeridad... Alemania, en otras palabras. Lo dijo Jörg Asmussen, consejero germano de la cúpula del Banco Central Europeo, uno de los grandes halcones de la 'ortodoxia Angie'. Y ayer, en una Europa con la respiración contenida ante una Angela Merkel eufórica tras su histórica y abrumadora victoria, el sentir no difería en exceso del ya sembrado por Asmussen.
«No veo motivo alguno para cambiar nuestra política europea, que impulsa la integración», corroboró Merkel descartando cualquier tipo de euforia o relajación en la agenda económica de la UE. «Alemania tiene experiencia y lo que ha logrado pueden conseguirlo el resto de socios europeos», insistió en una llamada a la austeridad y recordando que su país, ahora la locomotora, fue «el enfermo de Europa».
«Los alemanes han premiado su forma de gobernar, le han dicho que siga por el mismo camino», admitían fuentes comunitarias en un análisis compartido por los numerosos 'think tank' radicados en la capital belga, desde Open Europe hasta Bruegel. Sin embargo, todavía hay margen de maniobra para quienes anhelen ciertas políticas expansivas, sobre todo las economías más asfixiadas.
Por cuestiones de agenda, ayer le tocó dar la cara al comisario de Mercado Interior, el francés Michel Barnier, que destacó que Merkel «tiene sentido común, energía, pragmatismo y es clara y definitivamente una mujer con convicciones europeas». En relación a la unión bancaria y las reticencias de Berlín para constituir el organismo único, el también vicepresidente de la Comisión recalcó que Alemania «ha apoyado» los últimos años la agenda de Bruselas pese a sus «críticas» o «reservas».