Un Barça sin posesión de balón golea al Rayo
Pedro firma un ‘hat trick’ y Valdés para otro penalti cuando su equipo ganaba por 0-1
BARCELONAActualizado:Un buen Barça, con menos brillo que el de años pasados, aunque muy efectivo en las áreas, se impuso con claridad al Rayo en Vallecas. Los puristas del estilo azulgrana seguirán una semana más con sus debates y criticarán a ‘Tata’ Martino por haber importado un fútbol que está reñido con el ADN blaugrana, pero mientras tanto el equipo culé ha firmado ya un cinco de cinco (pleno de 15 puntos) y, ajeno a las polémicas, lidera la clasificación.
El Barcelona no es una apisonadora, puede que abuse del pelotazo, no le importa ceder el balón al contrario y recula más de lo que acostumbraba para salir a la contra. Es posible. Sin embargo, de momento, los resultados avalan al técnico de Rosario, que frente al Rayo se encontró con un inspirado Pedro, que firmó su primer ‘hat trick’ como azulgrana, y también se apoyó en Valdés, que apareció parando un penalti cuando más lo necesitaba su equipo.
El partido empezó loco, de ida y vuelta, como le gusta a la gente y no satisface a los entrenadores. Tanto el Rayo como el Barça presionaban muy arriba, sobre todo los madrileños, que cuando los defensas azulgrana iniciaban la jugada, avanzaban casi hasta el centro del campo. El achique planteado por Paco Jémez invitaba al Barça a buscar el pase largo, sobre la carrera del desmarque desde la segunda línea. La presión rayista pretendía además disputarle el control de la pelota a los azulgrana. Lo logró y por primera vez en cinco años el FC Barcelona no tuvo un porcentaje mayor de posesión que su rival, lo que es sintomático en el estilo que plantea Tata.
Los de Martino se lo tomaron con una cierta cautela, conscientes de que a media que avanzara el partido, la intensidad franjirroja iría remitiendo. El Barça renunciaba al perfil propio, no era capaz de controlar el juego, pero su actitud era buena y su propuesta se adecuaba al escenario. Si el rival quería presionar, el Barça tenía que responder con fuego cruzado. Y también tratar de darle con su misma medicina, es decir, apretando bien arriba. El primer gol llegó tras una buena recuperación de Song en el centro del campo. Corría la media hora, ambos equipos habían dispuesto de un par de ocasiones cada uno y buscaban el golpe que pudiera noquear a su contrincante. El camerunés lanzó en vertical sobre Messi, que se inventó un ingreso en el área y una asistencia genial sobre Pedro, que llegaba desde atrás.
El gol no dio la tranquilidad que ansiaba el Barça, ni tampoco le aseguró el control del juego. El Rayo seguía a lo suyo y a punto estuvo de equilibrar el resultado. Adriano cayó sobre Perea y Clos Gómez vio penalti. El partido pudo cambiar en el minuto 35, pero Valdés, que está empeñado en ser el portero titular de la selección en Brasil, detuvo su segunda pena máxima en cuatro días. Trashorras tuvo en sus botas el empate y se topó con el arquero de L’Hospitalet. Fue la última que tuvo el Rayo para poder discutir el resultado. Porque justo después de la reanudación, Xavi y Cesc interpretaron a la perfección cómo se hace una presión sobre el lateral, robaron el balón, el de Arenys hizo la jugada de extremo y asistió a Pedro. El 0-2 en el 47’ fue casi el colorín colorado. A partir de ahí el Barça se echó para atrás, dio el balón al Rayo y esperó a las contras. Pedro en el minuto 71 y Cesc en el 79 redondearon un resultado que quizá fue algo abultado por los méritos de unos y otros.