Jobs, con una imagen suya y de Wozniak detrás. / Archivo
LA PELÍCULA SE ESTRENA MAÑANA

El Sancho Panza de Cupertino

El 'biopic' sobre Jobs reserva un notable hueco para Wozniak, el gran olvidado de la fundación de Apple | Su amistad, algo fría y distante, estuvo marcada por la reivindicación del 'Mago de Woz' de su papel en los primeros hitos de la compañía

MADRID Actualizado: Guardar
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Las leyendas engrandecen a unos, humillan a otros y en más de una ocasión condenan al ostracismo a protagonistas indispensables de la hazaña que relatan. No son pocos los que al evocar, por ejemplo, el pulso de acero y la puntería de Guillermo Tell olvidan que quién paseaba a su lado por el empedrado de la plaza Altdorf no era otro que su hijo. El menor fue quien acabó sujetando la manzana sobre su cabeza para que su padre la ensartase de un flechazo y pasase a la historia superando el reto que le lanzó el gobernador. Con el desaparecido Steve Jobs pasa lo mismo. Lo mediático del gobierno que ejerció en Apple configuró una poderosa imagen pública a caballo entre la realidad y la epopeya empresarial en la que incluso llegó a parecer que los títulos bursátiles de la compañía eran una extensión más de su código genético.

Su historia personal y los últimos éxitos de la factoría de Cupertino, apartaron los focos de Steve Wozniak, un imprescindible de la fundación de Apple y en los primeros ingenios que se crearon bajo ese sello. Por ello no sería entendible que el libreto del 'biopic' sobre Steve Jobs que se estrena hoy en Estados Unidos -el próximo 20 de septiembre llegará a España- no reservase un importante hueco para este ingeniero de Santa Clara.

Como toda película que disecciona la figura de un mito, 'JOBS' está especialmente expuesta al ojo clínico de fanáticos. Tuvo una correcta acogida en la presentación durante la pasada edición del Festival de Sundance, especialmente, por la elección como protagonista de un más que evocador Asthon Kuchner, que incluso llegó a imitar las manías alimentarias del empresario con tal de domar el personaje. Sin embargo, en la que se suponía una noche tranquila se coló un dardo que sorprendió a propios y extraños: el de Wozniak. «Las personalidades están mal representadas», aclaró, dejándose ver algo revuelto sobre un brillante discurso que recibe en la película de su socio, cuando, según sus palabras, es él en realidad quien lo pronuncia. «La mía está más cerca», remachó. Tras esta acelerada y primera diatriba, reconoció que solo había visto ese fragmento y que necesitaba ver toda la película para poder emitir un juicio válido. «Si es divertida, mejor que mejor», concluyó.

No es la primera vez que el también apodado como 'Mago de Woz' reclama públicamente su cuota de protagonismo ante el torrente de elogios que recibía su pareja de baile. Fuera de la empresa desde 1985 en una marcha de la que nunca quedaron claros los motivos, hace ocho años terminó de escribir el libro "iWoz", del que Jobs rechazó ser prologuista. En el recoge un pequeño cónclave de diestros informáticos en 1975 de donde surgió el boceto del ordenador que daría paso al "Apple I" cuya autoría fue atribuida a ambos: «Hay historias que dicen que Steve (Jobs) y yo montamos juntos esos equipos. Lo hice yo solo». Este asunto volvió a revivir cuando se lanzó, allá por junio, el primer tráiler de la película.

Wozniak, más satisfecho con la interpretación de Josh Gad -el actor que le da vida-, explicó entonces al portal de noticias Gizmodo que Jobs de joven «no era un santo» y criticó que se le recuerde únicamente como el «hombre bueno que ahora reconocemos y que lideró la creación de otros productos tan magníficos» como el iPhone, el iPod, la tienda iTunes o el iPad. Sin embargo, aseguró que en su primera etapa en la empresa, antes de su sonara expulsión, fue «una de las personas clave que condujo a Apple de fracaso en fracaso» e insinuó sus reservas ante una posible presentación de su otrora compañero como una figura de carácter dulcificado.

Un discurso que viró completamente tras conocer el fallecimiento de Jobs, cuando describió su amistad «como una relación afortunada» pese haber sido fría en los últimos años. «Casi siempre que discutíamos sobre qué deberíamos hacer en la compañía él estaba en lo cierto», dijo a la BBC acerca de «un excepcional cerebro empresarial».

Con aires muchos menos quijostescos, este hijo de inmigrantes europeos con aspecto de oso es ahora un inversor y tecnólogo que se prodiga en eventos especializados del gremio, como la Campus Party que inauguró en Valencia en 2010. Fan de la exitosa serie "Big Bang Theory" -con la que llora de risa, según confesó- siempre evitó puestos de dirección y optó por el trabajo en las trincheras mientras estuvo en la nómina de Apple.

De carácter introvertido -se define como «poco social» y un tanto «nerd»- nunca dudó en elogiar a la competencia. Mientras la biografía de Walter Isaacson recogía que Jobs estaba dispuesto a emprender «una guerra termonuclear» contra Android por considerarlo un producto robado, a "Woz" -que acostumbra a llevar varios móviles encima- no se le caían los anillos al destacar las posibilidades del sistema operativo de Mountain View así como la tecnología de reconocimiento de voz frente a Siri. Tampoco dudo en decir que Microsoft con cosas como Windows 8 o la tableta Surface habían adelantado a Apple siendo más innovador. Unas declaraciones que sorprenden más aún si se tiene en cuenta que al "otro Steve" se le vio pasando la noche al raso haciendo cola para conseguir un iPad o un iPhone.