Un hombre mata a tres policías y un civil en Austria

El intento de detención de un hombre que había sido denunciado el lunes por practicar la caza furtiva causó ayer en Austria una matanza que costó la vida a tres policías y a un sanitario. La llamada de aviso puso a las fuerzas de seguridad sobre la pista de un sospechoso que buscaban desde hace tiempo por actividades ilegales. Pero lo que se preveía como una operación rutinaria acabó en un intenso tiroteo en las proximidades de la localidad rural de Annaberg, cuando el individuo se negó a parar su coche y abrió fuego contra los agentes del orden.

El atacante -un empresario de 55 años identificado como Alois Huber y que ayer permanecía atrincherado en su granja de Lilienfeld, en el estado de Baja Austria- disparó contra dos policías e hirió mortalmente a uno de ellos. Al auxilio de la víctima acudió una ambulancia. Fue entonces cuando el sospechoso mató de un tiro al conductor y causó lesiones a otro agente. Decidido a emprender la fuga, el pistolero se alejó a pie hasta ser interceptado por una patrulla. Los efectivos no corrieron mejor suerte. Un oficial perdió la vida al ser abatido mientras que el segundo sirvió de rehén al atacante para escapar en el vehículo hacia su granja, situada a unos 60 kilómetros del lugar.

Un centenar de miembros de las fuerzas especials se concentraba anoche en las inmediaciones de la granja. Una unidad 'cobra' logró entrar con la ayuda de un tanque del Ejército, horas después de que se decidiera rodear la zona tras hallar en un paraje cercano el cadáver del agente que había sido retenido por el criminal. Las autoridades -que temían que el hombre contara con explosivos- aseguraron que Huber empleó fusiles de gran potencia y munición especial, capaz incluso de atravesar chalecos antibalas. «Dispara tan pronto como ve a alguien», relató horas antes un agente a la radiotelevisión pública.

Pese a los esfuerzos, la Policía fracasó en todos los intentos por contactar con el sospechoso. De nada sirvió que la familiadel atacante se desplazara a la granja para intentar mediar. Un amigo del supuesto agresor sí logró hablar con él e indicó al diario Kurier que éste le confesó: «Lamentablemente es cierto, soy el cazador furtivo de Annaberg». Además, le contó que durante el tiroteo fue herido en el abdomen y que ha matado a su propia perra de caza.