Steinbrück rompe la campaña

Para unos se trata de un nuevo patinazo, una prueba más de la arrogancia y autosuficiencia del polémico candidato del Partido Socialdemócrata a la Cancillería federal y para otros una muestra de valentía y sinceridad. A poco más de una semana para las elecciones al Bundestag, Peer Steinbrück saluda a los lectores del suplemento semanal del diario Süddeutsche Zeitung con una foto en la portada en la que ofrece un soberano corte de mangas con el dedo anular bien estirado. En Alemania enseñárselo a un policía de tráfico puede costar en Alemania la friolera de 4.000 euros y el internacional Stefan Effenberg perdió su puesto en la selección alemana de fútbol por mostrar en un encuentro a la afición lo que en este país llaman «el dedo apestoso».

La controvertida imagen surgió en una entrevista muda en la que se pedía a Steinbrück responder a las preguntas con gestos y sin palabras. Una sección habitual del semanario que se publica los viernes, en la que han participado muchos políticos alemanes y que se llama 'No diga nada'. Un portavoz de la publicación señaló que Steinbrück respondió siempre rápida y espontáneamente. Preguntado por los apodos que le habían puesto sus críticos, desde 'Peerlusconi' a 'Peerproblemas', soltó como un resorte el corte de mangas. Cuenta la revista que Rolf Kleine, jefe de prensa del candidato socialdemócrata a la Cancillería, aconsejó inmediatamente a Steinbrück que no permitiera la publicación de la imagen, pero que el interesado rechazó esa posibilidad con un rotundo «está bien así».

Aunque la fotografía no ha dado lugar precisamente a alegrías en sus filas, en el partido se han apresurado a respaldar a Steinbrück con el argumento de que el corte de mangas no va dirigido a los electores, sino a sus críticos.

En las redes sociales

Las formaciones rivales han aprovechado para lanzar nuevas críticas, como los liberales, socios menores de la coalición de gobierno de Angela Merkel, y entre ellos su vicecanciller y titular de Economía, Philipp Rösler, para quien «un candidato a la Cancillería no puede permitirse algo así». «Vergonzoso» han dicho escuetamente desde la Unión Cristianodemócrata de Merkel. La imagen circula por las redes sociales, donde los comentarios oscilan entre la perplejidad y el desconcierto. Eso sí, se han llenado también de fotomontajes sobre la base de la imagen de Steinbrück, en los que, por ejemplo, han cambiado su cabeza por una de Merkel con gesto enojado o retocado los carteles electorales del SPD con la foto del corte de mangas.

Y naturalmente no pueden faltar las encuestas. En la de la edición digital de Bild, un 61% de los más de 50.000 participantes desaprobaba el gesto, y en la del semanario Der Spiegel, un 36% lo considera «inaceptable», aunque un 45% lo valoraba como «valiente». A la vista del revuelo que se ha formado, el propio interesado ha comentado su esperanza de que «la República tenga el humor suficiente para entender correctamente el significado de esos gestos y ese lenguaje de sordos para responder a unas preguntas».