![](/cadiz/prensa/noticias/201309/14/fotos/7225513.jpg)
La patronal prevé la destrucción de 550.000 puestos de trabajo este año
La CEOE sentencia que la economía española «ha tocado fondo» y revisa al alza sus previsiones de crecimiento del PIB
MADRID. Actualizado: Guardar«La economía española ha tocado fondo». Con esa contundencia expresó ayer la jefa del servicio de Estudios de la CEOE, Edita Pereira, su convencimiento de que España ya ha entrado en un proceso de recuperación de la actividad, muy moderado en lo que queda de este año y algo más firme en 2014. La patronal alega que aún hay aspectos que lastran el despegue como el endeudamiento, la falta de crédito y el paro, y cifra en 550.000 los empleos que se destruirán este año. Aún así, prevé un cierre de 2013 menos malo que lo estimado antes.
La CEOE acaba de revisar al alza sus previsiones macroeconómicas. Frente a la caída del PIB del 1,5% estimada para 2013 en sus anteriores proyecciones, ahora pronostica una debacle del 1,2%, que ve compatible con tasas de crecimiento trimestrales positivas en la segunda mitad del año. «Se ha adelantado el suelo de la actividad». «La economía podría crecer algo en el tercer trimestre y consolidarse en el cuarto», aseguró Pereira.
De cara a 2014 los empresarios hablan ya sin ambages de recuperación, aunque esperan cifras de crecimiento de la actividad «muy moderadas», con tasas de entre el 0,2% y el 0,4% en los primeros trimestres que después «irán mejorando». El año acabará con un modesto aumento del PIB del 0,8%, calculan.
La patronal se suma así, con ciertas cautelas, al optimismo sobre el futuro inmediato que domina el pensamiento económico y que ha llevado a varios organismos a mejorar sus predicciones. El Gobierno, que en abril avanzó una caída del PIB del 1,3% este año y una expansión del 0,5% en el próximo, ha anunciado también que cambiará sus pronósticos por otros menos negativos cuando presente, a finales de este mes, el proyecto de Presupuestos Generales del Estado para 2014.
Pese a confiar en la recuperación, los empresarios no quieren pecar de triunfalistas. Por eso, a las fortalezas que aprecian (exportaciones, superávit por cuenta corriente, tímida mejora de la demanda interna) oponen una serie de debilidades como el elevado endeudamiento público y privado, las dificultades para acceder a financiación y los insoportables niveles de paro, que seguirán retrasando el despegue.
Altas tasas de paro
La parte más dolorosa para la población, el desempleo desbocado, no experimentará un cambio de signo a corto plazo. Según los cálculos de la CEOE, este año se destruirán 550.000 puestos de trabajo, cantidad equivalente a una caída del 3,3% en el número de ocupados, y la tasa de paro en términos EPA se situará en el 26,4% en media anual al cierre. En 2014 augura que se volatilizarán 'sólo' otros 20.000 empleos, con lo que la ocupación bajará un 0,1% adicional y el paro descenderá medio punto, hasta el 25,8%. «Seguiremos tiendo tasas de desempleo muy elevadas», zanjó la responsable del Servicio de Estudios.
Por su parte, el secretario general de la CEOE, José María Lacasa, alertó de que la inminente recuperación será «desigual». Más intensa en los sectores industriales ligados a la exportación, en el sector agroalimentario y el turismo. También podría estar próxima a su fin la penuria que soporta el sector inmobiliario desde hace cinco años.
La CEOE tampoco ve claro que España pueda cumplir el objetivo de consolidación fiscal comprometido y reducir este año su déficit público al 6,3% del PIB (3,7% en el caso del Estado) comprometido con Bruselas. Otros organismos como el Banco Central Europeo y la Fundación de las Cajas de Ahorros han planteado dudas en ese sentido. De momento, la patronal prefiere no hacer predicciones sobre déficit hasta conocer las grandes líneas del presupuesto para 2014.
«No nos atrevemos a emitir una previsión sobre si se va a cumplir o no» el déficit, señaló Pereira. Fuentes de la patronal explican que el motivo de esa vacilación reside en los últimos balances de ejecución presupuestaria, que evidencian que el Estado ya superó a finales de junio el límite del 3,7% fijado para los números rojos. En julio el desfase entre ingresos y gastos que arrastra la administración central se había disparado al 4,38% (45.133 millones de euros).