Renace el mito olvidado de Raquel Meller
El Teatro Reina Victoria se traslada a principios del siglo XX para contar la vida de una de las más grandes del cuplé
MADRIDActualizado:Se encontraba en el camerino cosiendo, ella había sido costurera y le gustaba coger una aguja e hilo mientras esperaba a que le tocara salir a escena para deleitar al publico que tantas horas llevaba esperando a que saliera. Entonces pasó por ahí una joven artista que le preguntó; "¿Pero señora, usted tan importante que es, que hace ahí cosiendo?". A lo que ella contestó: "Estoy haciendo lo mismo que deberías de estar haciendo tu en tu casa". La joven se desconoce quién era, pero de la gran estrella se conoce mucho más que su nombre. Era Francisca Marqués López, más conocida por su nombre artístico, Raquel Meller.
Empezó trabajando como modista para ayudar a su familia, y bajo la tutele de una artista del cuplé debutó en salones de la época con el seudónimo de Bella Raquel. Poco después cambió definitivamente su nombre por Raquel Meller, por razones que todavía son un misterio, y su debut en 1911 en el Teatro Arnau de Barcelona fue su consagración como artista cuplé.
En el Teatro Reina Victoria, un lugar único y propicio para representar esta obra, el espectador sentirá que se traslada a la época de principios del siglo XX, cuando Meller llenaba las grandes salas del momento. Los músicos se encuentran cerca del público para hacerles sentir la magia que envolvía a esta pionera en el mundo de las mujeres. "Cuando se levanta el telón y veo ese patio de butacas o ese palco, me siento totalmente como su estuviera actuando en los teatros en los que Raquel actuaba", confiesa Maribel Per, quien con mucho sentimiento revela sentirse una violetera cuando se pone el vestido.
'Por los ojo de Raquel Meller' no es una biografía de una de las primeras actrices que hizo películas en Hollywood, si no retazos de su vida en el que Hugo Pérez, el autor de la obra, a "inventado a partir de su carácter, y su estilo en el canto". Era una mujer con la lengua muy afilada que vivía en una época en la que los artistas se movían de forma muy diferente. “La estética, el peso que tenían en cada escena y el movimiento lento de los brazos era la seña del teatro que se hacia entonces”, declara Pérez. Y eso ha sido lo más difícil de transmitir a los actores. Que respirasen ese tiempo que huele a antiguo y lo transformasen en una obra con proyección al futuro", por que como dice el cerebro del espectáculo, “no es una postal, es una obra viva”.
Una experiencia única
El publico se mimetiza con cada escena y se convierte en el espectador de cada época, y eso es también es lo que le pasa a Maribel Per, para quien es un sueño dar vida durante unas horas a la semana a alguien que dignifico el cuplé y que sacrificó su voz para transmitir la sensibilidad que requería cada momento. "Interpretaba y cantaba como solamente ella lo sabía hacer. Y hacer ese recorrido por su vida, desde pequeñita, hasta que lo logró y llegó a ser famosa, es un sueño para cada artista". Tanto años interpretando a Meller, “me ha hecho descubrirme a mi misma en unas facetas que ni yo misma conocía de mi. He podido descubrir esa grandeza que yo tenía guarda, y conectar con esa parte ha sido tremendo".
Llegó donde otras artistas no llegaron sin la ayuda de ningún hombre y fue olvidada en la memoria de muchos. 'Por los ojos de Raquel Meller', tal y como su autor declara, va a servir para que los mas mayores recuerden su infancia, y los que no la conocieron descubran a una mujer con una gran experiencia vital. "Esperamos que sirva para que la gente sepa que ha habido algo antes de Madona". Más que un espectáculo "es una montaña rusa de risas, llanto, y fuertes emociones, en el que el espectador vivirá una experiencia muy vital, trascendente, y con mucha poesía. Es un torbellino de pasiones".
"Con ojos de admiración, vértigo, y mucha grandeza", así ve Maribel Per a la gran cupletista Raquel Meller que llega al Teatro Reina Victoria después de pasar siete años en la sala Tribueñe con mucha ilusión, y con falta de publicidad. Han sido momentos de evolución y de aprendizaje en el que la personalidad de cada actor se ve reflejada en el personaje, y cada personaje ha entrado en cada miembro del espectáculo.