Ailanto y Duyos aguan la fiesta a Roberto Torretta
El imposible calzado de las modelos de Roberto Verino resta protagonismo a la espectacular colección del gallego, mientras que los sevillanos Victorio & Lucchino no convencen con su enrevesado ‘mix’ de tendencias
MADRIDActualizado:Arropado por su nutrido ejército de fieles seguidores, Roberto Torreta ha celebrado sus 30 años en el mundo de la moda levantando el telón de la 58 edición de la Mercedes-Benz Fashion Week Madrid. Isabel Sartorius, Mar Flores, Nieves Álvarez, la exmujer de José Bono, Ana Rodríguez, Natalia Figueroa y su nuera, Toni Acosta, han sido algunos de los rostros populares que han ovacionado las propuestas para la primavera-verano 2014 del bonaerense.
El diseñador ha creado prendas para una mujer dominante que no deja de lado la elegancia con prendas que abrazan la silueta pero huyen de la obviedad. Apuesta por faldas cortas, a modo de pareo o escalonadas, y por pantalones funcionales combinados con tops sofisticados y chaquetas cortas. En los ‘looks’ nocturnos se dejan entrever los hombros, la cintura y la espalda con estudiados escotes y atrevidas aberturas con colores que van del rojo a una favorecedora paleta de azules, pasando por el nude y el mantequilla hasta llegar al marrón terracota, finalizando con el tándem del plata y el negro. Los tejidos, como es tradición en la marca, son de gran calidad: crepes y gasas de seda, tafetas, algodones compactos, suaves satines y, como no podía ser de otra manera, la piel.
Una lección magistral que ha dado paso a un sorprendente Ailanto, que ha traído un pedazo de Copacabana a Madrid. Iñaki y Aitor Muñoz han diseñado estampados en los que inflorescencias de claveles desbordan cuadrículas geométricas, detalles florales y plantas tropicales juegan sobre un fondo plano con formas constructivistas simples, todos ellos ’plantados’ en prendas de corte clásico. Muselina de seda, crepe de viscosa, georgette, jacqueard, organza, guipur, piqué de lino y un magnífico algodón plastificado dan vida a la exuberante y colorida colección confeccionada por los vascos, que proponen una estética fluida nacida de la yuxtaposición de prendas y texturas, con el mono como pieza clave de la temporada.
Del ‘sport’ de Locking al seductor Verino
Después de Ailanto ha llegado el turno de Ana Locking, que ha echado el cierre a su trilogía estadounidense con una colección inspirada en el billete de dólar americano. Sin olvidar su obsesión por lo ‘sport’, piensa en una fémina a la que le gusta sentirse libre y para la que la comodidad es indispensable pero con un toque sensual gracias a versátiles vestidos realizados a partir de una o dos piezas de patrón en los que el drapeado es el protagonista.
Pero para sensualidad la de Roberto Verino con su homenaje a la mujer latina, que con su fuerza y elegancia disfruta sintiéndose admirada, compartiendo protagonismo con el clásico ‘gentleman’, al que ha dado vida sobre la pasarela el codiciado ‘top’ Jon Kortajarena, que solo ha querido desfilar para el gallego.
Cada prenda femenina está vinculada a la intemporalidad y la sencillez pero recreándose en el físico y carácter de musas como María Félix o Erykah Badu, iconos raciales la originalidad y el estilo que enfatizan turbantes y zapatos de tacones imposibles al estilizar al máximo la figura. La sobriedad y el acabado de los blancos y negros, unidos al color natural del marfil, estalla en la alegría de las flores y estampados vaporosos en seda y algodón para después refugiarse en una noche de verano habitada por elegantes animales felinos.
El caos de Victorio & Lucchino
En la época estival se ha sumergido de lleno Duyos. Eternas veraneantes con siluetas fluidas fabricadas con organzas satinadas, crepes, punto de seda, envolventes muselinas, suave napa y lentejuelas con tonalidades del fondo marino tales como el jade, aguamarina, turquesa, piedra o esmeralda. Una colección mediterránea que se ha agradecido y a la que la imponente Nieves Álvarez ha puesto el broche final.
No ha tenido tan buena acogida la propuesta de Victorio & Lucchino. Sumidos desde hace varias temporadas en una espiral de mezclas imposibles, los sevillanos no han tenido ningún reparo en aunar lo retro con lo futurista en una colección que, con una interesante innovación en el patronaje, se ha dejado llevar por un exceso de transparencias con el negro a modo de lienzo. Todo lo contrario que un reinventado Juanjo Oliva. El madrileño se ha descontextualizado y ya no solo presta atención a la noche, llegando a trabajar por primera vez el denim. Las femeninas siluetas en crepe de seda comparten pasarela con prendas de doble raso mezcladas con neopreno en una colección envuelta por la geometría y los volúmenes alejados del cuerpo. Una propuesta que, al igual que el resto de los diseñadores que han participado en la primera jornada de la Mercedes-Benz Fashion Week Madrid, pretende ser mucho más accesible pero sin confundirse con las firmas ‘low cost’.