Pescanova busca sustituto a Fernández de Sousa en la decisiva junta de mañana

Pescanova afronta una semana clave su futuro. La emblemática empresa pesquera, actualmente en concurso de acreedores, celebra mañana una junta general de accionistas en la que se cesará a los actuales miembros del consejo de administración y se nombrará un nuevo presidente, después de la dimisión de Manuel Fernández de Sousa el pasado 17 de julio. Entre los últimos candidatos en postularse al cargo se encuentran el expresidente del Tribunal Constitucional Álvaro Rodríguez Bereijo, el exministro (en la etapa de Adolfo Suárez) José Manuel Otero-Novas, y el que fuera máximo responsable de FCC, Baldomero Falcones.

Todos ellos forman parte de la candidatura de los accionistas minoritarios de Pescanova (Pescanem), que plantean un consejo de administración compuesto por 15 personas, con la particularidad de que todos ellos son independientes, sin presencia ni de dominicales ni de ejecutivos. Pescanem, que cuenta con el apoyo del 8% del capital de la sociedad, presenta una candidatura conjunta con el fondo estadounidense Cartesian, que sin embargo no tendría ningún representante en el futuro consejo.

En el listado de aspirantes a consejeros también aparecen nombres como el expresidente de NH Hoteles y SOS Cuétara Mariano Pérez Claver, la excomisaria de Asuntos Exteriores de la Unión Europea Benita Ferrero-Waldner, o el exministro Pío Cabanillas.

Javier Cremades, socio del bufete de abogados Cremades&Calvo Sotelo y secretario general de la Asociación Española de Accionistas Minoritarios de Empresas Cotizadas (Aemec) -que asesora a Pescanem-, pidió ayer un «voto de confianza» para una candidatura integrada por independientes y sin vinculación con el pasado de la compañía, frente a la liderada por Damm. La empresa cervecera, apoyada por Luxempart e Iberfomento, conforma la otra gran candidatura a hacerse con el timón de Pescanova.

La junta general extraordinaria de la firma gallega celebrará mañana en Chapela-Redondela (Pontevedra), y una semana después de que el administrador concursal de la empresa, Deloitte, revelara que el agujero patrimonial de la compañía era de 1.667 millones de euros, con una deuda de 3.674.