Bahía Sur se abona al empate

El San Fernando se abona al empate. El tercero consecutivo, el segundo en casa. El de ayer, además, con grandes bostezos en las gradas. Y ya se sabe que en Bahía Sur, el bostezo es la antesala de la pitada. Eso sí, de momento el once isleño ha dado una muestra de ser un bloque rocoso y serio. Pero la seriedad sin goles se paga en la grada, que se aburre como es normal. Como ayer. Y eso que las cosas parecían comenzar bien porque desde el inicio el San Fernando quiso llevar la batuta del choque, pero sería una ligera impresión, muy alejada de la realidad que esperaba a medida que el crono avanzaba.

Había necesidad de victoria en Bahía Sur y se notaba desde los primeros minutos del duelo ante el Écija. Los isleños salieron convencido de ello y en los primeros diez minutos ya tuvieron dos ocasiones medianamente claras. La primera de Carlitos, el mejor hasta que Carrilo lo cambió, hizo lucirse al meta astigitano. La siguiente fue de Berni, pero su disparo dio en un defensa. El San Fernando mandaba en el campo, pero no terminaba de llegar con claridad al área rival.

Poco a poco, el Écija iba saliendo de su letargo. Y hasta por poco se adelanta en el marcador con un cabezazo de Javi López que asustó a la parroquia local. El delantero astigitano estuvo muy activo y al filo de la media hora volvió a inquietar a David Valle tras un saque de banda que recibió, algo escorado, para mandar el balón alto.

El San Fernando se fue descolocando en el campo y el orden brillaba por su ausencia. Hasta llegar al descanso, el Écija lo intentó a medida que se iba dando cuenta que podía hacerse con el botín de los tres puntos.

A la salida de los vestuarios, el San Fernando volvió a dar la cara ante su afición, si bien, tampoco creó oportunidades para inquietar demasiado al arquero sevillano.

El juego del ataque se basaba en la chispa de Carlitos, pero sorprendentemente fue cambiado en el minuto 60 para gran enfado de buena parte del respetable. De ahí hasta el final, poco fútbol y pocas ocasiones.

Ambos equipos caminaban por el partido con la vista puesta más en su portería que en la ajena con lo que el empate sin goles se presagiaba bastante antes de que el colegiado del encuentro madara a todos a los vestuarios.

Otro empate, otro punto. El San Fernando sigue sin ganar pero también sin perder. Todo sea que la primera derrota abra la primera de las crisis o que llegue la primera victoria y estos empates se vean positivos. Como lo de la botella. Pues eso, que así está el San Fernando. Con la botella medio llena o medio vacía. A ver el próximo sorbo...